Muy cerca de la zona de alto tráfico vial y peatonal de la capital, entre calles marcadas por los parchados de asfalto, el silencio es uno de los agentes que caracterizan a este barrio. Se trata de San Pablo de La Vicentina Baja, ubicado en el centro norte de Quito.

A pesar de esta leve calma, los habitantes enfrentan un par de problemas: uno con el sistema de transporte público y otro con la presencia policial para brindar seguridad al barrio.

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Richard Clavijo, un residente del barrio, expresó su preocupación por la falta de frecuencia de los buses, especialmente en una línea que conecta el barrio con el norte de la ciudad.

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“Antes era un muy buen servicio, ahora, digamos que hay un bus cada cuarenta minutos a una hora y los fines de semana es peor”, expresó.

Esta falta de frecuencia dificulta los desplazamientos de los habitantes del barrio, especialmente en horarios de alta demanda.

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Lorena Chávez, otra ciudadana de San Pablo, se quejó de la escasez de buses, que las dos líneas que pasan por el barrio tienen frecuencias poco adecuadas. “El Edén-San Pablo, que nos saca al norte, ese no hay, y llevan a la velocidad, no nos dejan subir”, lamentó.

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En respuesta a estas quejas, Ricardo Vélez, gerente de la cooperativa de buses Reino de Quito, señaló que la cooperativa cuenta con un sistema de geolocalización para monitorear las unidades y que cumplen con un intervalo de entre 12 y 14 minutos en la ruta del barrio San Pablo.

QUITO.- En el barrio San Pablo, ubicado en la Vicentina Baja, habitantes del sector se quejan por la falta de buses y de policías. Foto: Carlos Granja Medranda

Sin embargo, reconoció que hay un margen que puede mejorar, a partir de la reestructuración de rutas y frecuencias, algo que ha sido anunciado por la Secretaría de Movilidad durante varias administraciones, pero que no se ha consolidado.

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Vélez también destacó los desafíos que enfrentan debido a la gestión de movilidad de la ciudad, que ha reducido el número de unidades disponibles para la ruta.

“Teníamos 23 unidades que sí aumenta bastante, obviamente para ellos había una atención más continua, pero debido a un estudio de la Secretaría de Movilidad nos recortaron a 16 unidades”.

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Esta situación pone de relieve la necesidad de una mayor colaboración entre las autoridades locales y las cooperativas de transporte para abordar los problemas de movilidad en la ciudad.

Seguridad

Ana Maroto, por su parte, dijo que les molesta la falta de presencia policial en el barrio, lo que contribuye a un ambiente de inseguridad. La Unidad de Policía Comunitaria (UPC) no tienen agentes en su interior, pasa con las puertas cerradas, hecho que preocupa a la población.

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“El retén tenemos ahí de adorno, los policías solo vienen en la tarde a dormir”, expresó la mujer.

QUITO.- En el barrio San Pablo, ubicado en la Vicentina Baja, habitantes del sector se quejan por la falta de buses y de policías. Foto: Carlos Granja Medranda

Esta ausencia de autoridades se traduce en incidentes como el ocurrido recientemente, cuando unos jóvenes -que aparentemente estaban bajo el efecto de drogas- intimidaron a un transeúnte en busca de dinero.

En ese tipo de casos la ciudadana explicó que les toca llamar al Servicio Integrado de Seguridad ECU911 y esperar que envíen un patrullero con policías, aunque se demoren mucho en su llegada.

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Así conviven los habitantes de San Pablo, quienes piden a las autoridades que tomen cartas en los asuntos pendientes, tanto en el ámbito de transporte público como en seguridad. (I)