Esmeraldas

Plegarias por los caídos y los que sobrevivieron por hechos violentos en la provincia de Esmeraldas fue lo primero que expresaron los feligreses y párrocos de las iglesias católicas de Esmeraldas en la procesión del Cristo Crucificado y el viacrucis que se realizó la tarde y noche de este viernes 29.

Silvino Mina, segundo vicario, enfatizó que los esmeraldeños son gente de paz, pero unos cuantos malos individuos vandalizaron esa tranquilidad con varios delitos.

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“Rogamos a Dios en esta semana mayor, que los ecuatorianos queremos vivir en paz y armonía. También que el gobierno del presidente Daniel Noboa escuche los requerimientos del pueblo”, expuso Marcos Mendoza, comerciante, que participó en la peregrinación.

El gobernador Javier Buitrón, quien participó del acto religioso, exteriorizó mensajes por la paz, empleo y oportunidades, que estuvieron entre las plegarias de los esmeraldeños.

Esta es la agenda de Semana Santa en Esmeraldas

La peregrinación se inició a las 17:00 desde la iglesia La Merced y recorrió por las calles 9 de Octubre, José Joaquín de Olmedo, Juan Salinas, avenida Libertad, Manabí y culminó en la Catedral Cristo Rey.

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El obispo Antonio Crameri y sacerdotes solemnizaron la misa de Viernes Santo, a eso de las 19:00.

Por tradición, los esmeraldeños y visitantes se quedan dentro del templo, orando ante la cruz de Cristo y encendido de cirios con varias peticiones. Este viernes, la Catedral Cristo Rey, cerró temprano sus puertas acatando el toque de queda y estado de excepción en la provincia de Esmeraldas.

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La procesión estuvo resguardada por unos 200 policías y militares. Un carro de transporte de tropa de la Fuerza Terrestre con personal armado, fue ubicado en intersecciones estratégicas.

A las 20:00 del sábado 30 se hará la vigilia pascual y el domingo 31 se oficiará la misa de resurrección, a las 18:00.

En Quinindé, centro de la provincia de Esmeraldas, cientos de ciudadanos se unieron en la procesión del Viernes Santo, recorriendo las principales calles en un acto de profunda fe.

Algunas participantes cargaron cruces de madera y el fuerte sol no fue impedimento, como penitencia y en busca de momentos de reflexión y espiritualidad. (I)

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