El anuncio de General Motors sobre el cese de las operaciones de la ensambladora GM OBB en Ecuador preocupa a la industria automotriz, que busca amortiguar el impacto que causará la salida a finales de agosto próximo de la marca que posee el 51 % de participación de los vehículos ensamblados en el mercado local, según las cifras a marzo del 2024 de la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae). Y uno de los principales impactos lo llevará el sector de autopartes de vehículos, que pierde su mejor cliente.

La transnacional explicó que el cese de las operaciones de ensamblaje en Ecuador y en Colombia (Colmotores), donde el proceso de desmontaje empezó el viernes pasado, se debe a una transición hacia un modelo de compañías nacionales de comercialización de vehículos y servicio posventa, para así respaldar el lanzamiento de vehículos de nueva generación.

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Según el reporte de la Cinae, los vehículos ensamblados de la marca representan actualmente el 42 % del portafolio de Chevrolet en el país, mientras que el 58 % son modelos importados.

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Para David Molina, director ejecutivo de la Cinae, la salida de GM OBB es preocupante para la industria automotriz ecuatoriana, incluida la de autopartes, y asegura que esto es el resultado de varios factores. El principal: la ausencia de una política industrial que fomente la producción nacional.

“Por el contrario, la única visión que ha primado es la de la apertura comercial, sin darle al sector productivo las herramientas para competir con mercados que claramente no cumplen las reglas del mercado, como es el caso de China”, expresa Molina.

¿Cuáles serán los efectos en la industria con la salida de GM OBB?

Molina proyecta que en un primer momento la industria va a tener una contracción importante, pues se perderá la mitad de la producción nacional.

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Indica que es importante que el sector trabaje con el Gobierno en un plan industrial que evite que las empresas autopartistas entren en una etapa crítica por la salida de su principal cliente. “Necesitamos una política productiva que permita la inserción de los autopartistas al mercado global de vehículos, ya sea como repuestos o accesorios para posventa. Pero se requiere una definición política”, indica el dirigente.

Por ejemplo, GM OBB ensambla el vehículo más vendido en Ecuador: la camioneta Chevrolet D-Max. GM indicó que seguirá siendo parte importante del portafolio de la marca durante todo el 2024. Según la Cinae, de enero a marzo pasado en Ecuador se vendieron 1.717 unidades de la Chevrolet D-Max.

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Entre las autopartes nacionales que son incorporadas en estas camionetas en el momento de ser ensambladas, según Molina, están parabrisas, retrovisores, radios, chasis, baldes, asientos, ejes, cardanes, baterías, neumáticos y ballestas.

¿Qué pasará con Chevrolet cuando deje de ensamblar vehículos en Ecuador?

Sobre cómo quedará el mercado local de vehículos ensamblados en Ecuador después de la salida de GM, Molina aún no tiene una respuesta clara. Asegura que es muy difícil saber cómo se van a reconfigurar las marcas, puesto que hay varias condiciones que se van a ajustar en el mercado, como la entrada en vigencia del acuerdo comercial con China, el aumento del impuesto al valor agregado (IVA), entre otras.

Según el último reporte de la Cinae, después de GM OBB (51 %), las marcas con mayor participación de vehículos ensamblados en Ecuador, con el 23,4 %, son las chinas Great Wall, Shineray y KYC, que son ensambladas en la planta de Ciauto. Los modelos ensamblados en Ecuador de estas marcas representan el 46 % de su portafolio en el mercado ecuatoriano.

Les siguen las surcoreanas KIA, con el 19,4 %, y Hyundai, con el 6,1 %. Mientras que los modelos ensamblados localmente de las dos marcas representan el 20 % y el 18 % respectivamente de su portafolio. (I)

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