Ludimila Palazzo, especialista de la Unicef Ecuador, señala que el organismo respaldó la pregunta para impedir la prescripción de delitos de abuso sexual a menores.

¿Por qué es positivo que se incluya esta pregunta?
Es importante para generar conciencia porque el abuso sexual es un tema silenciado. La relevancia de la pregunta tiene que ver con la no prescripción del delito y hay tres razones. La primera es que las marcas del abuso para un niño no prescriben, entonces por qué deben prescribir las consecuencias para un abusador. La segunda, que los abusos no tienen testigos, los únicos testigos son las víctimas. Por eso es importante que se crea al niño cuando da su testimonio, y que este sea prueba en el caso. Y el tercero es que los tiempos de la justicia en Ecuador son lentísimos.

¿Por qué es importante que el testimonio sea prueba?
En Ecuador está reglamentado, pero no existe un protocolo. Se demora mucho tiempo en tomar un testimonio. Este se debe escuchar lo más pronto posible y validarlo, porque el niño después ya no quiere contarlo, pues vuelve a vivir el abuso... Abogamos para que el testimonio se tome como prueba, para que el protocolo de entrevista sea único y se valide como la parte más importante del proceso.

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¿En otros países es más rápido el tratamiento judicial de estos casos?
Nunca he visto casos de violencia sexual tan grandes como aquí, porque culturalmente no se ve al niño como un sujeto de derechos, sino como propiedad de la familia. Al ser mi propiedad yo hago lo que quiero... Esto se reproduce institucionalmente y hace que la justicia no priorice las denuncias. (I)