Una familia que visitaba el faro, al final de las escalinatas del cerro Santa Ana, fue asaltada la tarde del jueves.

Según el testimonio de una de las víctimas, estaban en la plazoleta entre la iglesia y el faro tomándose fotos con sus celulares cuando un desconocido se subió por la parte de atrás de la iglesia.

“Dio un disparo al aire y nos quitó todo, celulares y relojes, mientras nos apuntaba. Luego se escapó por donde subió”, manifestó una afectada.

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Poco después de lo sucedido llegó la Policía que intentó, gracias al GPS de uno de los celulares robados, localizar al sujeto pero se volvió a escapar, aseguró otra de las víctimas.

En un recorrido realizado ayer en las escalinatas había una decena de guardias, pero ellos aseguraron no estar armados y advirtieron a los turistas que no se alejen y no vayan a la parte trasera de la iglesia, porque por ahí suelen subir los supuestos delincuentes que viven en ‘la zona de la invasión’.

Aldo Lozano, guía turístico que ayer estaba con dos suizos mostrando la ciudad desde este punto de la urbe, dijo que cuando hay poco movimiento avisa a los guardias para que estén pendientes del ascenso de los turistas a su cargo.

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Virginia Benalcázar, quien cuenta con un negocio en el escalón 132, aseguró que las ventas han bajado desde agosto que se reportaron las primeras novedades.

Ella insiste en que las escalinas son seguras. “Lo peligroso es la parte de atrás del cerro, ahí se suben, roban y se lanzan de regreso a sus casas”, dijo.

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María Méndez, otra moradora de Las Peñas, aseguró no entender cómo a pesar de que hay personal de seguridad privada, metropolitanos y Policía Nacional, se han dado estos robos en el faro.

Según los guardias privados de la zona, en los días de feriado habrá miembros de la Policía Nacional en el sector. (I)