Con recursos provenientes del Fondo Permanente de Desarrollo Universitario y Politécnico (Fopedeupo), el Gobierno central cubrirá la disminución del presupuesto asignado a las universidades públicas que asciende a $ 70,5 millones.

La resolución fue acordada con representantes de 31 centros del país, contó ayer Augusto Barrera, titular de la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senescyt), que apareció junto al ministro de Finanzas, Carlos de la Torre, para “tranquilizarlos”.

En la proforma presupuestaria del 2017, lo asignado a las universidades suma $ 1.192 millones; mientras que en el 2016 que fue de $ 1.421 millones.

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De la Torre precisó que existe una diferencia de más de $ 70 millones menos en las asignaciones que representaban el gasto corriente, pero “que se ha cubierto con la reliquidación”. Anunció también que se les entregará $ 60 millones como devolución del impuesto al Valor Agregado (IVA).

Para que puedan acceder a otros recursos, Barrera dijo que se abrió una línea de crédito en el Banco del Estado para este año, de $ 50 millones, dirigida a equipamiento y repotenciación de infraestructura.

Insistió que esta medida “tranquiliza”, y aclaró que en la Comisión de Educación de la Asamblea se han “mezclado” valores y “en lugar de clarificar”, se ha “confundido” a los sectores universitarios.

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El vicerrector de la Universidad Central del Ecuador, Marco Pozo, relató que si no se llegaba a un acuerdo –en su caso– habrían sentido una reducción de $ 11 millones, que impedía el pago de sueldos.

En otro ámbito, De la Torre evitó detallar cuáles serán las “nuevas” medidas económicas que está estudiando el presidente Lenín Moreno, aunque el plan económico está “muy avanzado a la fecha, pero que no es concluyente”.

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Subrayó que visitó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI), y el Banco Mundial, pero “no hay ningún crédito, ni acuerdo”; pues el objetivo era lograr “el reposicionamiento” del país. (I)

Sí nos sorprende que la Asamblea vaya a tratar la discusión de las reformas a la Ley de Educación Superior. Sí nos preocupa que no se haya debatido, en medio de un proceso de diálogo.Augusto Barrera, Senescyt