El verano es la estación propicia para pintar las fachadas de las casas, debido a la ausencia de lluvias. Pero esta es una decisión que no debe tomarse a la ligera, dice Ángel Pacheco Cueva, arquitecto con 27 años de experiencia en la aplicación de pinturas en Guayaquil.

Hay dos factores. El clima y el bolsillo. El problema está que, como en todas las profesiones, las personas pueden toparse con la incompetencia. En el mercado hay cuatro tipos de pintura según su calidad, indica Luis Fernando Santos, gerente técnico de Pinturas Unidas.

Por encima están las de tipo I hasta llegar a la de mejor calidad que es la pintura elastomérica, que tiene elasticidad y es impermeable al agua.

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Entonces la recomendación está en analizar el costo beneficio, ya que la elastomérica será entre un 25% o 50% más cara que la pintura más común dice Pacheco. Pero durará más del doble. “La podemos volver a remediar en cinco años, en cambio, una pintura convencional no te pasa más allá de unos dos años”, indica el especialista.

El costo promedio por metro cuadrado varía entre $ 3,50 a $5,85, incluida la mano de obra y los materiales. Pero puede subir a $ 6 por m² con el uso de la pintura elastomérica, dice Pacheco. Por ejemplo, pintar una casa de dos pisos con alrededor de 38 m² de área por pintar en la fachada puede costar desde $ 133 hasta $ 228, según el tipo de la pintura y materiales.

“Algunos por captar ‘abaratan’ los costos. Dicen que aplican tal o cual producto, pero resulta que al rato de la hora no aplican la elastomérica, venden gato por liebre. Al momento queda bien, pero tendrá menos durabilidad”, indica Pacheco.

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Santos afirma que situaciones como “el desprendimiento de pintura, hongos en la pared y ampollamiento en el interior de las casas se deriva de una filtración en el exterior, ya sea por los techos o por las fachadas o paredes laterales de la edificación y eso se da normalmente por la aparición de fisuras o grietas en el exterior”.

“Esto nos dice que el ecuatoriano no acostumbra a hacer el mantenimiento adecuado o a utilizar los sistemas de aplicación completos, es decir, pongo una pintura de buena calidad de acabado, pero la preparación de superficie no es la buena porque pongo un empaste de mala calidad o no corrijo las fisuras y pretendo que la pintura tenga la posibilidad de soportar toda la carga de lluvia”.

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De ahí que el acabado final depende también de que tan bien se limpie la superficie por pintar: “La preparación de superficie es mucho más importante que el mismo acabado en un 80%. Hay que rasquetear, retirar los productos mal adheridos”, señala Pacheco.

Un mismo criterio tiene Euder Intriago, técnico de Pinturas Cóndor, quien dice que no es igual pintar con una pintura tipo látex vinil que usar una elastomérica. “Con la primera se usa el rodillo, con el que se puede desplegar para todos los lugares. Con la elastomérica hay que trabajar de manera uniforme, no se puede dejar que ni siquiera se vea el traslape del rodillo”, explica.

En la etiqueta está el tipo de pintura, en las de 4 dice como leyenda que es no lavable, ideal solo para interiores, no resiste el restregado ni la lavabilidad, son luces para el consumidor.Luis Santos, gerente técnico de Pinturas Unidas

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