Camas, colchones, cobijas, ropa, veladores, cómodas, armarios, ollas, platos y otros enseres de hogar aún permanecían ayer en las veredas para que se secaran con el sol que resplandecía, luego de que el sábado en la noche fueran afectados por el desbordamiento de los ríos Tena y Pano como consecuencia de la fuerte lluvia.