Colocación de bonos en mercados internacionales, preventas petroleras y más obligaciones en Certificados del Tesoro (Cetes) con el Banco Central del Ecuador son tres vías que contempla el Gobierno para financiar este año su presupuesto, según el bosquejo de plan económico que fue socializado el lunes por el ministro de Finanzas, Carlos de la Torre.

Según este, el déficit que debe ser cubierto con deuda sería de $ 4.600 millones, y además planifica emitir $ 780 millones más en Cetes, a la par que podría obtener unos $ 1.300 millones en petróleo con la modalidad de preventas petroleras.

Sin embargo, al momento, el Gobierno tendría una necesidad de financiamiento (déficit más amortizaciones) de $ 7.000 millones, si llegara a cumplir la meta de bajar su déficit a $4.600 millones y si se toma en cuenta que las amortizaciones llegarían este año a $ 2.400 millones, indicó Jaime Carrera, director del Observatorio de la Política Fiscal.

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Esta última cifra no incluye pagos de preventas petroleras ni obligaciones con el Central. Incluyendo preventas, Cetes y deuda flotante, Carrera estima que esta cifra llegará a $ 18.000 millones. La cifra es alta en comparación a la que había exhibido el Gobierno anterior de $ 12.000 millones.

El ministro de Finanzas, Carlos de la Torre, fue enfático en que “respetará los compromisos internacionales” y que su gestión de pasivos la hará “utilizando los instrumentos estándares de mercado”. Dijo que si se da la posibilidad de acceder a financiamientos a mayores plazos y tasas más baratas, se podrá sustituir la deuda que se haya adquirido en condiciones menos favorables.

Para Mauricio Pozo, exministro de Finanzas, Ecuador requiere unos $ 10.000 millones de liquidez para este año. Esto lo podría conseguir gestionando un bono con organismos multilaterales y otros gobiernos, pero con base en un programa económico. Sin esta herramienta, el Gobierno puede conseguir más financiamiento, pero solo serviría para hacer un hueco y tapar otro, añadió.

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Luis Espinosa Goded, catedrático de la Universidad San Francisco de Quito, opinó que el objetivo de bajar el déficit es encomiable, pero poco creíble.

En estos escenarios, el régimen tiene tres opciones: bajar el gasto, esperar reactivación o acudir al financiamiento.

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Las dos primeras son poco viables, dice el experto. En la última, podría colocar bonos, pero a precios altos; pedir dinero a los multilaterales, adoptando recomendaciones, “con los consiguientes problemas sobre la retórica de la soberanía”. O seguir con préstamos como los de China.

De la Torre anunció que en un mes tendrán más claras las cifras cuando ya cuenten con la nueva proforma. (I)