El agua potable es más valiosa estos días en Jipijapa debido a un irregular suministro. “Ya teníamos tres semanas sin agua. Los tanqueros cobran $ 1 por tanque”, señaló Ana Rodríguez, habitante del sector 3 de Mayo, luego de abastecerse de líquido al reanudarse el servicio.

En Jipijapa, la Empresa de Agua dota de líquido cada 8 o 9 días, lo que no abastece ante una demanda diaria de 8 mil metros cúbicos, según estimaciones. Su gerente (e), Víctor Álvarez, indicó que el 12 de abril, por efecto de una fuerte lluvia en Santa Ana, se afectó el acueducto que instaló el Cuerpo de Ingenieros del Ejército y que tiene origen en la planta Caza Lagarto, de ese cantón.

Además, la crecida del río Portoviejo generó desacoples en la tubería que transportaba un promedio de 5.000 metros cúbicos de agua, que sumados a los 3.000 metros cúbicos que recepta desde el sistema antiguo –también desde Caza Lagarto–, cubrían el requerimiento de 60 mil habitantes.

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Álvarez pidió la intervención del Cuerpo de Ingenieros o del Servicio de Contratación de Obras (Secob) –contratante de los trabajos)–, y dijo que el proyecto no ha sido entregado a Senagua o a la empresa municipal. Comentó que mientras no se repare el desacople y el mismo conducto de Santa Ana a Jipijapa, difícilmente se solucionará el desabastecimiento de agua en la Sultana del Café.

En Jipijapa, la ciudadanía se abastece a través de tanqueros y si es por tubería han tenido que esperar incluso 12 días.

El lunes 5, este Diario buscó la versión del caso en la oficina del Secob en Manta. Allí indicaron que Fausto Poveda, coordinador zonal 4, participaba en reuniones fuera de su despacho y se facilitó un número telefónico de Quito. Ayer, al llamar al número referido, un funcionario derivó la llamada a Secob de Manta. Allí, una secretaria indicó que Poveda, otra vez, mantenía reuniones fuera de su oficina y que era casi imposible que volviera a su despacho. No facilitaron su contacto telefónico directo. (I)