Los dedos ásperos, pero ligeros, de la mujer shuar se deslizan rápidamente, mientras las pequeñas pepas se abren paso y dejan la sustancia espesa y color anaranjado, que envuelta en pequeñas hilachas constituyen la parte comestible de la fruta silvestre Kumpía, que envuelta en la hoja de bijao y puesta a la brasa con sal es una de las variedades de ayampaco que se oferta en Nangaritza.