Desde que entró en vigor el acuerdo comercial con la Unión Europea, el 1 de enero pasado, se ha triplicado el número de firmas ecuatorianas interesadas en tener presencia en España y convertirla en puerta de entrada a un mercado de 500 millones de personas.

Si un año atrás, unas tres empresas se contactaban cada mes con la oficina comercial de ProEcuador en Madrid; en la actualidad “el número puede ser de ocho o nueve”, calcula su responsable, José Luis Cabascango. “El acuerdo, añade, es una herramienta que facilita el acceso pero es indispensable tener un producto de calidad y diferente”.

ProEcuador no financia los viajes de prospección de las pequeñas y medianas empresas que buscan en Europa nuevos nichos de mercado pero sí se encarga de organizar toda la agenda de reuniones.

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“Se realizan visitas a supermercados, puntos de venta especializados o tiendas gourmet bio. Así comprueban in situ las opciones existentes y las mejoras que aún deben realizar a su oferta exportable”, explica.

Es lo que ocurrió con las infusiones y los snacks de frutas deshidratadas de Wayú que aún no se comercializan en la Península pero que tras cambiar el embalaje de sus productos y adquirir las certificaciones necesarias podrían venderse en breve en sitios gourmet. Wayú se define como un “modelo ecuatoriano de emprendimiento social” que crea fuentes de trabajo para madres con hijos que padecen cáncer.

“No solo es un ejemplo de un producto con valor diferencial sino que, además, cuenta con una historia social detrás; algo que cada vez adquiere más relevancia”, advierte Cabascango.

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La oficina de ProEcuador en Madrid efectúa de manera permanente estudios de mercado para identificar oportunidades para las empresas ecuatorianas. De esos análisis se desprende que existen opciones para el sector de la agroindustria y los alimentos procesados. “Creemos que hay posibilidades para el camarón, las rosas, el chocolate de cacao fino de aroma, los snacks, las salsas gourmet, las mermeladas, las infusiones o las barras energéticas elaboradas con semillas de chía, quinua o amaranto”. En esta línea, Sebastián Martínez, de la firma Incremar, apuesta por desarrollar una nueva marca que se adapte al mercado europeo y potenciar así productos hechos a base de quinua orgánica. (I)