El activista de derechos humanos advierte de la vulnerabilidad de los manifestantes ante la represión y las acciones violentas de grupos ‘paramilitares’.

¿En estas protestas hay más violencia?
Las protestas han ocurrido en los 24 estados, casi de manera ininterrumpida, siendo reprimidas por el Gobierno mediante una política denominada “Plan Zamora”, que incorpora a grupos civiles en la contención de manifestantes, una tendencia en protestas de 2014 y que las ONG denunciaron como la actuación de paramilitares. La realización de una estrategia mayoritariamente no violenta, reconocida por la propia fiscal general, ha logrado evidenciar el autoritarismo del Gobierno.

¿Quiénes están detrás de la violencia?
Ha sido promovida por funcionarios policiales y militares y por grupos paramilitares amparados por el “Plan Zamora”. Los colectivos son reductos de grupos guerrilleros de la lucha armada de los 70. Al llegar Hugo Chávez al poder se incorporaron en cargos de elección popular o en cuerpos policiales. Bajo la calificación de “colectivos” intentaban aparentar un trabajo social con un componente político, que funcionó para el control territorial. Aunque antes de 2014 se habían registrado episodios en los que eran utilizados como “grupos de choque”, en ese año fueron usados para enfrentar protestas contrarias al Gobierno. Su actuación fue eficaz en inhibir la protesta y generar terror. Ahora son parte de la estrategia de confrontación estatal, institucionalizados por el “Plan Zamora”.

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Venezuela acumula un historial de protestas.
Comenzaron al poco tiempo del inicio de la gestión de Hugo Chávez, en todo su periodo hubo momentos de alta conflictividad, como en el golpe de Estado en 2002. Sin embargo, su desaparición física y la continuación de su proyecto por Nicolás Maduro ha aumentado las tensiones.

¿Cuál es la actitud del Gobierno frente a las ONG?
La criminalización y hostigamiento permanente, con campañas de desprestigio a través de la hegemonía comunicacional estatal. Provea ayudó en 1993 a un joven sindicalista llamado Nicolás Maduro frente al hostigamiento a su actividad sindical, visitó a Hugo Chávez en prisión tras el golpe de Estado de 1992 y, en medio del golpe de Estado de 2002, solicitó la activación de la Carta Democrática a la OEA. Hoy, el gobierno ejercido por estas personas intenta, por diferentes medios, que no ayudemos a otros como los ayudamos a ellos cuando lo necesitaron. (O)