Lo que inicialmente podría parecer un avance, ayuda y contribución para la rapidez de los escrutinios y la posterior proclamación de los resultados, podría a la larga resultar contraproducente. Me estoy refiriendo a la tecnología de la información implementada a los diferentes procesos en las elecciones. La transmisión digital de un lugar a otro de los datos presuntamente podría sufrir alguna “modificación” en cualquiera de los puntos por donde se realice la transmisión. Un software programado con anterioridad podría rápidamente acomodar resultados, asegurando el triunfo a algún bando interesado en obtener poder. Pienso que para mayor confianza en los resultados obtenidos, el 100% de los procesos deben estar controlados por manos humanas, y no dejar que algún tipo de software manipule los datos.(O)
José Mario Vera Triana,
Guayaquil

Deberán designar a personas de conducta intachable, honestas a carta cabal y la forma de contar los votos debe ser responsable e imparcial, sin importar que se utilicen medios sofisticados o no, sin límite de tiempo, para cumplir con tan delicada labor; pues quienes cuentan los votos son las personas que eligen a un candidato y no el pueblo que es el mandante. Lamentablemente es así y tienen que resolverlo colocando a personas de probada moral, o los resultados podrían crear dudas, inconformidad y lo más grave, la intranquilidad de todo un país que se puede ver afectado con caos. Una solución podría ser la designación de representantes (uno por cada partido) para que conformen el Consejo Electoral, y una comisión fiscalizadora que regule y controle sus acciones para garantizar la imparcialidad en todo momento; no deben ser juez y parte quienes dirijan un organismo tan importante. (O)
José E. Ortoneda Sánchez,
Bahía de Caráquez, Manabí

Sugeriría que haya independencia entre poderes del Estado y organismos encargados del proceso electoral; también que las Fuerzas Armadas sean las que custodien a toda hora el material electoral. Las campañas deberán tener control para que unos partidos no tengan más propagandas que otros. Ningún candidato podrá ejercer cargos públicos, tendrá que renunciar definitivamente a estos puestos. Permitir a encuestadoras serias realizar sus trabajos con honestidad. Poner de observadores a personas con conducta intachable.(O)
Nelson Fiallos,
Guayaquil