Resanando, reconstruyendo o volviendo a edificar. Así están casas, edificios, hoteles, vías, mercados, terminales, hospitales, colegios, negocios, iglesias, malecones y otros bienes públicos y privados afectados por el terremoto del 16 de abril de 2016. Y resanando también dicen estar los corazones de quienes perdieron todo o una parte de lo que llaman sus tesoros: familiares, vecinos y amigos, además de bienes materiales.