Un letrero a la entrada del restaurante Max que decía “Descanse en paz” sorprendió este viernes a René Ponce, ayudante de ese local de comidas. Tras ver ese cartel con la leyenda y que el candado estaba abierto, Ponce decidió ir a buscar a la familia del dueño del negocio.

Homero Antonio Mirabá Moreira era el propietario del local. De profesión chef, fue uno de los encargados de preparar los alimentos al papa Francisco en su visita a mediados del 2015 a Guayaquil en el colegio Javier.

Cuando familiares y luego agentes de la Policía ingresaron al local, se sorprendieron. En las paredes del restaurante había leyendas en las que Mirabá explicaba las razones por las que supuestamente decidió ahorcarse. “No los meresco (sic), esto no fue por droga, fue por un centimiento (sic), perdón esto es de valiente”, estaba escrito en una pared.

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Viviana Espinoza Mirabá, familiar del chef, indicó que las paredes escritas reafirmarían la intención del chef, quien el viernes cumplió 54 años.

“Él tenía bastantes amigos, era una persona conocida. Él fue quien tomó la decisión, que no culpen a nadie, él solito tomó decisión”, dijo Espinoza.

El hecho consternó a los portovejenses, pues era reconocido como chef y por su peculiar estilo de cortarse el cabello. (I)