El escándalo sobre el presunto pago de sobornos para permitir la venta y exportación de productos cárnicos descompuestos de 21 empresas brasileñas –también conocido como “carne débil”– continúa, ahora también en los Estados Unidos.

Tres bufetes de EE.UU. intentan procesar a los frigoríficos brasileños JBS y BRF por el caso, según Infobae. Las primeras acciones ya fueron promovidas ante la justicia.

Además, el comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, urgió ayer en su visita a Brasil que el país sudamericano obre para recuperar la confianza de los mercados, tras las revelaciones sobre la comercialización de productos cárnicos vencidos o averiados, según AFP.

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“Espero que las autoridades brasileñas entiendan que tienen que actuar lo más pronto posible para restablecer la confianza en sus sistemas de control”, dijo Andriukaitis

La Policía brasileña reveló el pasado viernes 17 de marzo que grandes frigoríficos habían sobornado a inspectores sanitarios para autorizar la venta de carne vencida o averiada.

El caso tuvo repercusiones inmediatas en los negocios del primer exportador mundial de carne bovina y aviar. Varios países bloquearon sus importaciones, aunque algunos clientes importantes como China limitaron luego la medida a los 21 frigoríficos señalados por la investigación.

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Hasta el pasado viernes la Asociación Brasileña de Proteína Animal relacionada con empresas en el sector de aves y cerdos había reportado pérdidas por 40 millones de dólares. Mientras que la asociación ligada al sector bovino indicó que sus cifras cayeron en 96 millones por la carne detenida en el puerto de Santos.

Además, Suiza amplió una prohibición a las importaciones de 4 a 21 plantas de procesadoras brasileñas. (I)