“¿La mesa 76 femenino?”, consultó ayer entusiasmada Neyda Zavala en la escuela 16 de Octubre, de Durán. Por primera vez de las tres elecciones en las que ha sufragado, ella no se sintió discriminada. Los miembros de la junta le brindaron la información y la condujeron con respeto a su punto de votación.

Neyda Zavala es una de las 169 personas en Ecuador que hicieron su cambio de género de acuerdo con su orientación y nombres de su actual cédula. “Ahora podemos votar en la fila que nos corresponde y sin sentirnos discriminadas ni burladas. Esto es un gran logro alcanzado no por un partido político, no por un presidente, sino por una lucha constante de las organizaciones GLTB”, dijo.

Aunque no todos los trans pudieron ejercer su voto en la fila que deseaban, ya que no realizaron el cambio de género a tiempo. Ese fue el caso de Marisol Mite, quien a pesar de sufragar con su nombre femenino, tuvo que hacerlo en la junta de hombres, por el registro desde su nacimiento.

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Mite recalcó que los 169 ciudadanos que hicieron su cambio de género “son pocos, debido al alto costo en la serie de trámites que hay que hacer; y no todos pueden pagar...”.

Sin embargo, Mite se alegró al obtener su certificado con el nombre que la identifica plenamente. Tanto Mite como Zavala han acompañado en la acción a Diane Rodríguez, activista de los derechos de los GLTB y candidata a asambleísta por Alianza PAIS (AP), quien ayer también ejerció su derecho al voto luego de hacer “con gusto” una larga fila entre mujeres por primera vez. (I)