Algunos pensaron que era el fin del mundo, porque veían cómo una nube oscura y grande crecía y avanzaba por el cielo de Guayaquil, la tarde del miércoles último. “Nos llegó el día de la independencia”, decían unos al relacionar la imagen real con la que se ve en la popular película de ficción.

En zonas del norte y el oeste se sentía también un fuerte viento, mientras se observaba el paso de la gran nube, reportaron moradores.

A este tipo de nube se la conoce como cumulonimbus y se caracterizan por provocar intensas lluvias, ráfagas de viento y tormentas eléctricas, sostienen técnicos del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).

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“Se forman por la convergencia o por el choque de masas de aire cálidas, que tienden a ascender y forman este tipo de nubes (frecuentes en el trópico). Este tipo de nubosidad es propio de la época lluviosa. Son nubes de gran desarrollo vertical, que pueden alcanzar de 13 a 15 kilómetros de desarrollo vertical”, dice Vladimir Arreaga, técnico del Inamhi.

El experto agrega que estas nubosidades tienen en su cima temperaturas muy frías (-70 grados) o cristales de hielo, mientras que en su interior albergan ráfagas de viento ascendente y descendente.

En la región Interandina o Sierra, estas nubes provocan granizo. Según Arreaga, en días anteriores en la provincia de Esmeraldas se reportaron incidentes por este tipo de nube, como la caída de árboles.

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El técnico indica que este tipo de nubosidad fue el responsable de la intensa lluvia que se dio en Guayaquil el 8 de enero pasado, cuando cayeron 106 milímetros de agua.

Ese día la nube salió en la noche. Arreaga sostiene que en el Litoral y en el Oriente no se aprecia este tipo de nubosidad porque se desarrolla (o maduran) en la noche, cuando el cielo está oscuro, por eso el público no la divisa. “Por eso en las noches es cuando hay mayor intensidad de lluvias”. En cambio, dice, en la Sierra (como en Quito) se forman en la tarde.

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“Se desarrolló (esta vez) en la tarde, porque las condiciones en el Litoral están muy inestables”, menciona el técnico.

A la inestabilidad de la atmósfera, el experto le suma el aporte de humedad del océano, que se registra por un calentamiento considerable que se ha evidenciado en los últimos días en la superficie del mar, frente a la costa de Ecuador.

“En Guayaquil tuvimos la presencia de sol en las primeras horas de la mañana y en el mediodía (del miércoles). Al tener presencia de radiación solar, estamos jalando energía rápidamente y con la humedad concentrada se desarrolló rápidamente en horas de la tarde”, precisa Arreaga.

En General Vernaza, en Salitre, en cambio, se reportó la presencia de neblina. El técnico expresa que aquello es por la humedad relativa que tiene porcentajes muy altos y que ha alcanzado entre el 95 y 98 %. “Se trata de partículas de agua en suspensión, que reducen la visibilidad”, afirma. (I)

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