Las movilizaciones continuaban ayer en EE.UU. ante la prohibición de entrada al país decretada por el presidente Donald Trump contra refugiados y ciudadanos de siete países musulmanes, pese a una victoria parcial obtenida el sábado en la noche ante la justicia.

El decreto, que entró en vigor el viernes, prohíbe el ingreso durante 120 días en EE.UU. de todos los refugiados, sea cual sea su origen, y durante 90 días a ciudadanos de siete países: Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.

Sin saber qué hacer
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, informó que de los 325.000 extranjeros llegados el sábado, “109 personas” pasaron por procedimientos de control reforzados.

Publicidad

La confusión reinó el fin de semana en los aeropuertos estadounidenses desde el pasado viernes, donde los agentes de inmigración no tienen directivas claras. Cientos de personas se manifestaron contra el decreto en las terminales aéreas de Nueva York, San Francisco, Dallas, Portland y Seattle.

El sábado, Ann Donnelly, una jueza federal de Nueva York, admitió la demanda de asociaciones de defensa de derechos humanos tras la detención de dos ciudadanos iraquíes, y prohibió las deportaciones de personas detenidas que hubieran arribado con su documentación en regla en todos los aeropuertos estadounidenses.

Al conocerse la decisión, las concentraciones en los aeropuertos estadounidenses y en el exterior de la corte de Brooklyn donde se evaluaba el proceso estallaron en aplausos.

Publicidad

Sin embargo, el decreto sigue en vigor en el resto del mundo, y las aerolíneas rehúsan embarcar a los ciudadanos de los siete países alcanzados por la medida, aunque tengan una visa.

La justicia decidirá la suerte del decreto. El fallo de urgencia dictado por la jueza se añadió a otros tres que bloquean las expulsiones, si bien ninguno hace referencia a la constitucionalidad o no de la orden.

Publicidad

En tanto, el Departamento de Seguridad Nacional emitió ayer un comunicado explicando que el fallo no afectará la puesta en marcha general de la orden de la Casa Blanca.

“Esto acabará probablemente ante el Tribunal Supremo”, predice Anthony Romero, director de la Unión estadounidense de Libertades Civiles.

Según el diario The New York Times, el sábado por la noche 81 personas obtuvieron la autorización de entrar en territorio estadounidense tras “verificaciones extremas”. Una veintena de personas seguían retenidas ayer por la mañana por servicios de inmigración para esos “controles más estrictos”, indicó el secretario general de la Casa Blanca, Reince Priebus.

Mientras, a 200 personas se les impidió embarcar hacia EE.UU., dijo la consejera de Trump, Kellyanne Conway, a la emisión Foz News Sunday.

Publicidad

Una jueza federal de Virginia anunció una decisión similar a la de su colega en Nueva York, que alcanza a los pasajeros del aeropuerto de Dulles, cerca de Washington DC, dijo el diario The Charlotte Observer.

Demócratas y algunos republicanos en el Congreso han rechazaron el decreto. (I)