En una casa que muestra una terraza con vista al río, parecidas a las que hay en Samborondón, se reúnen tres amigos con la finalidad de jugar cartas. Pero la cita cotidiana, que era para pasar un rato entretenido y conversar sobre sus vidas, esposas y otras mujeres, es marcada por revelaciones y discusiones de temas serios que pondrán a prueba la amistad de más de 30 años.

Se reúnen en casa de Max (Santiago Carpio), un tipo que está separado de su esposa, pero siguen siendo pareja aunque viven en distintas casas. El primero que llega a la cita es Paúl (Fabo Doja), un padre de una familia “perfecta y modelo a seguir”, pero “tienen sus momentos turbios que nunca los sacan a flote por las apariencias”, explica Fabo.

Diego (Xavier Pimentel), quien llega tarde, representa a un empresario exitoso. “Constantemente va intentando deslumbrar, es un personaje que va cambiando y poco a poco lo vas conociendo como realmente es”, dice Xavier.

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Diego, lleno de angustia, les cuenta que había matado a su esposa, que la estranguló en medio de una discusión en su casa. Max y Paúl se muestran con nerviosismo y empiezan a discutir si deben solapar a su amigo o denunciarlo, mientras Diego trata de convencerlos para que decidan la primera opción.

Así empieza una serie de sucesos que termina con reflexiones, y mantienen al público atento y riendo. Se trata de Nuestras mujeres, una producción del Teatro Sánchez Aguilar que se estrenó el jueves 12 de enero y estará en la sala Principal del teatro hasta el próximo 5 de febrero. Este trabajo dramatúrgico está basado en la obra de Eric Assous, Noss Femmes, que ya ha sido tomada en otras tablas del mundo con éxito.

El director de la producción es Santiago Sueiras, español que inició su trayectoria teatral en los años 60. Está radicado en Guayaquil hace dos años. En el Sánchez Aguilar también dirigió las obras Guayaquil, una historia de amor y Julio, el musical de JJ.

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En el trabajo, cuya duración es de 90 minutos se utilizan modismos guayaquileños, además se escucha música de Gustavo Cerati y Maluma.

Al estreno de la obra asistieron alrededor de 500 personas. “Estuvo entretenida, tenía ratos que trataba cosas serias, pero otros de comedia. La producción está chévere, me gustaron mucho las historias de los personajes”, expresó Alexandra Mora, parte del público.

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Las entradas cuestan $ 45 (platea A), $ 30 (platea B) y $ 20 (platea C). (E)

“Estuvo entretenida, tenía ratos que trataba cosas serias y otros de comedia. La producción está chévere, me gustaron mucho las historias de los personajes”. Alexandra Mora, público