Un cambio total al modelo actual plantea el Partido Social Cristiano si llega a ser gobierno.

Reformar la Constitución por la vía más rápida: una consulta popular. Habla de devolverle autonomía al Banco Central, a institutos de Seguridad Social general (IESS), de las Fuerzas Armadas (Issfa) y de la Policía (Isspol). En el primer caso para que la entidad preserve la reserva internacional y que no financie a algún gobierno.

En su plan hay un paquete de leyes para bajar la carga tributaria a los sectores productivos: eliminar el anticipo a la renta, las salvaguardias y el impuesto a la salida de divisa.

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Esto va atado a reducir los costos de producción, como la energía. Además bajar el gasto público, y crear una comisión técnica de reestructuración de la deuda externa y también fondos de ahorro fiscales para afrontar imprevistos.

Plantea la libre contratación: empleado y empleador podrán escoger el número de horas, días o meses de trabajo. Esto deberá basarse en el valor proporcional del salario fijado y de sus cargas sociales.

La adquisición de fármacos se hará bajo otro modelo: ‘que la responsabilidad no esté en las unidades médicas, sino en el sector privado con auditoría y seguimiento de mejores costos proveyendo fármacos necesarios y no comprando para embodegar’.

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Manabí, Huaquillas y Carchi serán zonas especiales por la caída de sus actividades productivas, y Esmeraldas tendrá estímulos.

Para combatir el consumo de drogas, este tema lo declarará prioridad nacional.

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La gratuidad de la educación la concibe ligada al cupo correspondiente para que cada joven elija qué estudiar, no lo diga el Estado. Y seguirá el bono de desarrollo humano. (I)

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Veces más inversión foránea al año