Aunque diferentes situaciones nos hagan perder nuestra identidad como judíos o seres humanos, “la Jánuca nos enseña que siempre hay una vasija de aceite intacta, escondida, que es inviolable, que sí vamos a encontrar en cada ser humano. Esa vasija, que es pura, inviolable, que tiene toda la fuerza de la pureza y luz”.

Ese fue el mensaje que el rabino Uriel Tawil citó como reflexión durante el encendido público de la Jánuca, la celebración judía conocida como fiesta de luces y que se la hace por conmemorar la liberación del yugo griego.

Durante el evento se encendió una candelabro de más de tres metros de alto, en el puente zigzag de la avenida Kennedy. Johnny Czarninski, presidente de la Comunidad Judía de Guayaquil, hizo un recuento de la vida de los judíos que, pese al paso de los años, siguen luchando contra diversos países que han intentado imponer otras religiones, según dijo. Además explicó que esa lucha se reaviva hoy con los conflictos que siguen sufriendo.

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Detalló que el significado de la Jánuca además viene del milagro de jarro de aceite, en el que una porción de aceite de oliva debía mantener encendido el candelabro del templo solo un día, pero se mantuvo por ocho días.

“Es nuestro deseo que la luz de esta y de todas las jánucas del mundo lleven el mensaje, una luz del pueblo judío al mundo, una luz de fe, de justicia y de libertad”, comentó Czarninski, quien culminó su intervención con un rezo en español y hebreo.

A las 19:20, varios invitados compartieron el encendido. La primera vela fue activada por Gloria Gallardo, presidenta de la Empresa de Turismo de la ciudad. En las cinco siguientes estuvieron la concejala Luzmila Nicolalde; Xavier Simon Isaías, decano del Cuerpo Consular; Pablo Arosemena, presidente de la Cámara de Comercio; Francisco Alarcón, de la Cámara de Industrias; y Xavier Bravo, representante de las Fuerzas Armadas.

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Israel Capeluschnick, uno de los asistentes, disfrutó de la cita que –dijo– se acostumbra a realizar desde que los niños tienen tres años de edad.

“Cada vela que se va encendiendo es un mensaje de buscar ser mejores cada día”, señaló el israelita, que llegó hace dos meses a visitar el país.

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Tras el canto en hebreo de un grupo de niños judíos, el rabino Tawil motivó a que, como el candelabro, “vos encendés la luz y no pelees con la oscuridad” en medio de tanta guerra. A las 19:40, antes de bendecir pidió que en Ecuador no haya mas catástrofes naturales.

Czarninski contó que para los niños esta fiesta es de mucha alegría, donde en cada uno de los ocho días reciben un regalo. Hasta este sábado, cada día desde las 18:00 se encenderá una vela hasta completar las ocho. El jueves se encendió la sexta en un acto especial.

Finalizado el evento, la comunidad junto a invitados degustaron el dulce sufganiot, un dónut redondo que primero se fríe y luego se rellena con mermelada o crema.

Organización
La Comunidad Judía de Guayaquil mantiene una activa organización. La preside Johnny Czarninski. (I)

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