Hoy llegarían a Manta los doce pescadores rescatados y los cuerpos de los cinco fallecidos en la colisión entre el buque mercante panameño Msc Regulus y el barco pesquero ecuatoriano Don Gerardo II, oriundo de Manta, que ocurrió cerca de las 06:00 del sábado último, en aguas internacionales.

Al inicio se dijo que el accidente se registró entre los límites marítimos de Ecuador y Perú. Ayer, el capitán de navío Armando Elizalde, comandante del Cuerpo de Guardacostas de la Armada ecuatoriana, indicó en Guayaquil que el suceso se dio en aguas peruanas, a 216 millas náuticas al suroeste de la puntilla de Santa Elena.

Hasta el cierre de esta edición, en la lista de los desaparecidos constaban Leonidas Barrezueta, Héctor Mero, Carlos Flores (padre), Carlos Flores (hijo), Aquiles García y alias Rayito. De este último se desconocía su identidad.

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En la nómina de los fallecidos estaban Pablo Alvea, Marco Reyes, Ramón Ponce, Kléber Flores y Luigui Flores. Las víctimas iban en el barco ecuatoriano, que tenía 26 metros de eslora (longitud desde la proa hasta la popa). Se conoció que el mercante panameño es de más de 300 metros de eslora.

El fiscal general, Galo Chiriboga, dijo que la tarde de ayer iba a notificar del accidente a su par en Panamá. “En aguas internacionales esa embarcación estaría bajo la jurisdicción de la república de Panamá. Vamos a cooperar con la Fiscalía panameña para las investigaciones conjuntas”, sostuvo Chiriboga, quien habló ayer en la Capitanía del puerto de Manta.

Esto mientras los familiares de los tripulantes de Don Gerardo II continuaban ayer, en Manta, angustiados porque algunos aseguraron desconocer el estado de sus parientes.

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En casa de Tito García, por ejemplo, en Santa Marianita, parroquia rural de Manta, se levantó la capilla ardiente por Manuel Aquiles García, su padre, que en la lista de la Armada está entre los desaparecidos. Tito también perdió a sus tíos Andrango y Pedro Flores y a su primo Luis, hijo de Pedro.

Guadalupe García, hija de Manuel, contó que su padre había dejado de pescar en recorridos largos y trabajaba como chofer. “Usted sabe que pasar Navidad y fin de año sin dinero es duro y pensó que traería algo (…), pensaban volver el 30”.

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En Santa Marianita también está la casa de Pablo Alvea, capitán de Don Gerardo II, uno de los muertos. Carmen Rivera, su esposa, dijo que su hijo fue rescatado con vida y que perdió también a su yerno, Héctor Mero. En San Mateo, parroquia urbana de Manta (vecina de Santa Marianita), la familia de Marcos Reyes Mero, de 49, espera el cuerpo. “No nos han dicho nada, no tenemos bóveda, nada”, dijo su hijo José Luis. (I)