Los ecuatorianos poseen una actitud emprendedora que los motiva a iniciar negocios. Así lo demuestra el estudio de Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2015, en el que participó la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), que señala que en 2015, Ecuador tuvo un índice de Actividad Emprendedora Temprana (TEA, por sus siglas en inglés) de 33,6%, la más alta de América Latina.

Sin embargo, a pesar del alto número de negocios que se inician, son pocos los que se mantienen. ¿Cuáles son los retos a los que los emprendedores se enfrentan?

Según el GEM, durante el 2014 tanto para los emprendedores en la TEA como para los propietarios de negocios establecidos la razón principal de cierre de un negocio fue que “no era lucrativo”. Este motivo se repite en el 2015 para los negocios establecidos, pero para los emprendedores esta causa pasa a segundo lugar y la principal es “motivos personales”.

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Esto podría tener que ver con la madurez de la persona para emprender, o la madurez de la idea, o la existencia de otras oportunidades como opciones de vida, apunta el GEM.

Durante el 2015, además, el estudio identificó los factores que fomentan o restringen el emprendimiento en el Ecuador. En cuanto a los elementos que lo facilitan, el 67% de las menciones se concentran en 7 componentes: apoyo financiero, capacidad para emprender, programas de gobierno, políticas gubernamentales, educación y entrenamiento, apertura del mercado, y normas sociales y culturales.

Mientras, sobre los elementos que consideran que restringen la iniciación de un negocio en el país, el 54% de las menciones se concentra en políticas de gobierno y apoyo financiero para emprendedores. En menor grado, se consideran obstáculos el contexto político institucional y la capacidad para emprender.

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¿Cuál es el ADN del emprendedor?

¿Cómo emprender y no fallar en el intento? Según Gabriel Rovayo, director general de la ESAI Business School de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), los emprendedores exitosos tienen varias características, una especie de ADN que los distingue de los demás. Entre estos elementos están:

1. Creatividad. Para esto se necesita una mente completamente innovadora, con capacidad de imaginar lo que todavía no es patente, una habilidad altamente valorada. También es importante que esa creatividad esté respaldada por una estructura para no perderse en el camino.

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2. Liderazgo. El emprendedor debe aprender a dirigir un equipo, tener iniciativa y tomar decisiones; es decir, debe ser la cabeza de su proyecto. Un verdadero emprendedor debe tener la capacidad de transformar la visión en realidad y para esto debe tener claridad de mente y don de líder.

3. Determinación. Tener su propio proyecto y negocio no hace más fáciles las cosas ni nos da más tiempo libre. Al contrario, trabajar de manera independiente aumenta las exigencias laborales. De manera que se necesita una gran capacidad de trabajo durante la primera etapa, ya que es una labor muy demandante. La determinación y la constancia son, tal vez, las cosas que más pesan en el ADN emprendedor.

4. Pasión. Ser emprendedor lleva dentro una gran motivación por crear un nuevo estándar, vivir de eso y hacerlo crecer por un propósito, ya sea personal o individual. La pasión es el motor para alcanzar las metas que se trazaron desde el principio.

5. Confianza. El desafío que representa el mundo competitivo convierte a la confianza en uno de los atributos indiscutibles que todo emprendedor debería tener o cultivar. También es importante en términos financieros, al momento de solicitar un crédito, ya que realizar una presentación convincente a posibles inversionistas es necesario mostrar confianza para recibir apoyo para el proyecto.

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6. Visión. Un emprendedor está rodeado de competidores, por lo que debe tener una perspectiva a largo plazo, ser capaz de analizar propiciamente las necesidades del mercado y concebir un proyecto sustentable a futuro.

Rovayo señala que los retos del emprendedor de hoy son diferentes al del emprendedor de otras décadas, por lo que es necesario no solo saber del negocio, su manejo o de tener una buena idea, sino manejar las herramientas adecuadas para llevar a cabo el proyecto.

Añade que la capacitación y el aprendizaje son otros de los retos que se deben enfrentar. “Los conocimientos empíricos y el talento ayudan, pero es necesario que se capaciten sobre los temas que le competen”, señala.

Las claves del negocio

Aunque los retos para emprender pueden ser varios, Rovayo cree que también existen claves que ayudan a que una persona a iniciar un negocio, entre ellas:

1. Hacer lo que le gusta. “Sentir satisfacción al hacer un trabajo es una bendición”, señala. Esto, unido a una buena idea serán la clave de obtener una estabilidad placentera. Aparte de que amar lo que se hace causa un efecto inspirador para otros emprendedores.

2. No temer al fracaso. Muchos emprendedores sufren la frustración por no alcanzar la cima en el primer intento. Sin embargo, los grandes triunfadores no lo lograron desde el inicio, pero no se rindieron. El temor a equivocarse y dejar de intentar es el camino directo al fracaso.

3. Planificar la estrategia y seguirla. Las ideas no solo se pueden quedar en pensamientos interesantes, hay que validarlas y ponerlas en práctica para que sean realidad.

4. Aumentar la red de contactos. Un emprendedor debe ser el mejor publicista de su proyecto y es quien puede venderlo de la mejor manera.

5. Vigilar el entorno. Competidores, colaboradores, mercado.

6. Preparación. Adquirir toda la información necesaria sobre el negocio que se va a emprender es fundamental, si se considera que no se tiene claro el panorama de lo que se va a realizar es importante buscar la asesoría adecuada. (I)

Asesoría: Dr. Gabriel Rovayo, presidente de Codefe partner de EFQM, Bruselas; y director general de la ESAI Business School.