El primer latinoamericano elegido superior de los jesuitas, el venezolano Arturo Sosa, llamó ayer al diálogo para promover la reconciliación en todos los lugares con conflictos, desde Venezuela hasta Siria e Irak, así como en los países olvidados.

Sosa, líder de la congregación religiosa más poderosa y numerosa de la Iglesia católica, invitó ayer a dialogar en Venezuela para “crear puentes” de manera que cambie la economía “rentista” del petróleo que ni el gobierno ni la oposición planean abandonar.

“En la coyuntura actual los puentes para el diálogo hay que construirlos. Apenas se han puesto algunas bases para esa construcción”, aseguró Sosa en la primera conferencia de prensa que celebra en Roma desde que fue elegido el viernes pasado el “papa negro”, título que históricamente se ha dado al líder de los jesuitas por el color de su sotana.

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“No se entiende lo que pasa en Venezuela si no se tiene en cuenta que es un país que vive de la renta petrolera y que esa renta la administra con exclusividad el Estado”, explicó Sosa, renombrado politólogo y profesor universitario.

“Es mi letanía”, confesó Sosa, exrector de la Universidad Católica del Táchira y director del centro estudios Gumilla.

El nuevo general de los jesuitas, el 30º sucesor de Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús en 1540, cuyo nombramiento fue una sorpresa, deberá reunirse próximamente con el papa Francisco, jesuita al igual que él.

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Por primera vez en la milenaria historia de la Iglesia católica, el pontífice y el general de los jesuitas son latinoamericanos, lo que muchos observadores consideran un espaldarazo de la influyente congregación al pontificado de Francisco.

El papa negro de los jesuitas contó que se siente “sereno” para encarar un “reto enorme” como dirigir a la legendaria Compañía de Jesús.

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Si bien todavía “no tiene claro” el programa con el que gobernará a la orden, Sosa reiteró que respetará los principios “indiscutibles” de los jesuitas, entre ellos la formación, el diálogo, la “defensa de los refugiados en todos los continentes” y de los “flujos migratorios”.

Sosa, quien reemplaza al español Adolfo Nicolás, quien parte hacia Filipinas, conoce al papa Francisco desde los años 1980 y en los tres años que lleva de pontificado se han reunido en unas cuatro a cinco ocasiones, comentó. (I)