Los indicadores del empleo en el Ecuador sufrieron un deterioro entre septiembre del 2015 y septiembre del 2016.

De acuerdo con el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) el número de desempleados en el país creció en 93.677 personas. Es que el desempleo, en este periodo pasó de 4,3% a 5,2%, lo cual ha sido calificado por el propio INEC como una variación estadísticamente significativa.

En el mismo periodo se perdieron 341.452 empleos plenos o adecuados. El indicador pasó de 46% a 39,2%. El subempleo creció de manera importante, al pasar de 14,8% a 19,4%.

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La Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes) cree que las cifras sobre la evolución del mercado laboral se contradicen con el discurso oficial de que en el segundo trimestre la economía habría entrado en una fase de recuperación. Indica que haber perdido unos 340.000 empleos plenos significa que el número de puestos de trabajo adecuados se redujo en casi 10% en el último año.

Para Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), el deterioro de los indicadores laborales refleja la contracción de la economía. Explica que el subempleo total, que abarca el subempleo, el empleo no pleno y el no remunerado, ya llega a 55%, lo cual es preocupante.

Otro dato que aporta el INEC al análisis es el número de horas promedio que ahora trabajan los ecuatorianos. Cordes añade que casi la totalidad de este aumento en el desempleo se explica, además, por el incremento en el desempleo cesante, es decir, personas que tenían un trabajo y lo perdieron. En diciembre del 2007 el promedio de horas semanales trabajadas por hombres era 44,32, mientras que el de las mujeres, 37,55. Para diciembre del 2015, este promedio se había reducido a 41,27 en el caso de los varones y a 35,12 para las mujeres. En el último dato recabado a septiembre, el promedio baja a 40,07 y 32,06, en ese orden.

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Carrera dijo que esta baja muestra que la gente trabaja menos. El problema se da por el ajuste que hicieron las empresas ante la nueva situación de la economía. Las empresas tratan que sus trabajadores cumplan sus tareas laborales en el menor tiempo posible para bajar costos. El Gobierno implementó una normativa de jornada reducida en mayo del 2015. (I)