Representantes de las empresas de medicina prepagada acudieron ayer a la Superintendencia de Control del Poder de Mercado, convocadas por el organismo.

El llamado, según Patricio Aguilar, asesor de la Superintendencia, fue para dialogar sobre la creación de un manual de buenas prácticas para este sector. Sin embargo, durante la reunión –que fue privada–, algunos representantes habían comentado sus preocupaciones sobre un pedido de medidas cautelares por parte del IESS en su contra, debido a medidas anunciadas frente a la inminente aprobación de la ley del ramo, prevista para hoy.

Según la denuncia presentada por Richard Espinosa, presidente del Consejo Directivo del IESS, el lunes pasado, varias empresas de medicina prepagada podrían subir las pólizas a sus clientes; pero además, una de ellas ha informado a sus afiliados que suspenderá los contratos corporativos y que buscará negociar nuevos contratos de manera individual. Para Espinosa, esto es una suerte de chantaje por parte de las empresas.

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A la cita acudieron BMI, Cruz Blanca, Ecuasanitas, Humana, Medec, Medicina del Futuro, Metroambular, Salud, Best Doctor, Asisken y Mediken.

Roberto Sabando, de Mediken, comentó a la salida de la reunión que se les informó que la Superintendencia enviaría la información recabada a la Asamblea. (I)