La caída de importaciones petroleras, así como la mayor producción y refinamiento de crudo han sido los elementos que han colaborado para que la caída de la economía sea menos fuerte e incluso se pueda observar una leve recuperación. Así lo explicó el gerente del Banco Central (BCE), Diego Martínez, al ser consultado sobre el comportamiento de la economía petrolera, que según las cifras de la entidad registró un VAB petrolero positivo de 7,4% comparando el segundo trimestre del 2016 frente al mismo periodo del 2015.

Para Martínez, la entrada en funcionamiento de la Refinería de Esmeraldas fue clave en este comportamiento. El funcionario explicó, en primera instancia, que la importación de derivados bajó. Así, de enero a julio de 2015 fue de 3.940 toneladas y 3.100 toneladas en el mismo periodo de 2016.

La baja de importación se explica por la mayor producción de derivados. Al bajar importaciones, hay una mayor producción interna.

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Las tasas de crecimiento en refinación han ido en ascenso. A finales de 2015 la refinación creció en 186% (comparando con el trimestre del año anterior), mientras que para el primer trimestre del 2016 esa alza estuvo en 155% y para el segundo trimestre fue del 84%.

Pese a ello, Martínez reconoció que el país al momento se encuentra en recesión, por haber presentado el cuarto trimestre consecutivo de índice negativo.

Del tercer trimestre de 2015 al segundo trimestre de 2016 se han presentado las siguientes tasas: -0,2%, -1%, -4% y -2,2%.

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Explicó que la economía estaba en desaceleración, pero una vez registrados números negativos, ya se puede considerar recesión, sin embargo, niega que la situación llegue a una crisis. “Una recesión es cuando el ritmo de crecimiento de la economía baja, existe un deterioro del desempleo, caída de depósitos, del crédito, todo baja al mismo tiempo”.

Pero una crisis, dijo, es cuando esa recesión toma proporciones catastróficas, como registrar el colapso del sistema financiero, subida de dos dígitos del desempleo o caen en más de dos dígitos los depósitos.

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Para Martínez, el crecimiento del país será negativo este año acorde con la previsión del Banco de -1,7%, y explicó que este ha sido el año más complejo para la economía ecuatoriana. Indicó que el gasto del Gobierno se ha estancado, la inversión desde el sector público se ha reducido y ante la menor cantidad de dólares el consumo de hogares también cayó.

En este último ítem, de acuerdo con datos del BCE, el consumo de hogares del primer trimestre del 2016 se colocó en -5,5 % y en el segundo trimestre fue de -4,7%. Esto, mientras en los mismos periodos de 2015 los resultados fueron positivos de 3,6% y 0,4%.

Sin embargo, considera que la tendencia a la baja se ha revertido y que podría empezar a crecer. Dijo que la tasa del tercer trimestre será mejor, pero no llegaría a ser positiva. (I)