Es una de las preguntas que pone nervioso a quien desconoce de los beneficios y perjuicios del pago en diferido o corriente. Incluso puede inquietar a quiénes sí lo saben.

Para comenzar, lo más importante es preguntarse qué tanto control tiene usted cuando porta su tarjeta de crédito. ¿Es comprador impulsivo o tiene conciencia de qué necesita y qué no?

Es importante la disciplina porque el pago de deudas no debería exceder del 30% de sus ingresos mensuales, sean personales o familiares. Si ese indicador sube demasiado, llegará un momento en que no podrá pagar esas deudas.

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Ahora, al momento de hacer una compra con tarjeta de crédito, hay locales que solo pasan su plástico sin que preguntar en qué forma usted quiere pagar su nueva deuda. Esto es una compra corriente.

¿Qué tanto le beneficia o perjudica esa acción? A continuación, algunas pautas para que usted elija una forma de comprar con tarjeta de crédito de la manera más conveniente.

Pago corriente

Al elegir pago corriente, se hace un compromiso de liquidar el valor total de la compra en un solo pago al final del periodo señalado. Sin embargo, cuando llega el estado de cuenta tendrá dos opciones:

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- Pagar el saldo total y no pagar intereses.

- Pagar la cuota mínima, que es de un 10% del valor adeudado. Esto traerá consigo el pago de intereses sobre la compra.

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Es común que una persona pague la cuota mínima, pero seguirá comprando con tarjeta y la deuda seguirá creciendo. Si paga el mínimo, debe tener claro que se generarán más intereses. De esta forma es muy fácil que la situación se llega a descontrolar.

Comprar en corriente pero pagar solo el mínimo es el equivalente a pagar en diferido, solo que es un diferido a 10 meses con intereses.

Debe pensar que la deuda no tiene que sobrepasar del 30%.

Recomendación: No pague solo los mínimos, trate siempre de cancelar más que esa cuota para mantener la deuda bajo control.

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Pago diferido

Al elegir esta opción, se divide el valor de la compra al plazo que se acuerde entre el establecimiento y el cliente. Hay locales comerciales que ofrecen diferir una deuda sin intereses, lo que resultará conveniente para su bolsillo, pero hay otras que no tienen ese beneficio y debe tener en cuenta el adicional por intereses.

Tenga en cuenta lo siguiente:

Al diferir una compra, se acuerda pagar a futuro esa misma compra. Es un crédito que usted acaba de asumir. Por esto es necesario analizar si usted tiene las condiciones para realizar el pago en las fechas acordadas.

Mientras más largo sea el plazo del pago, los intereses serán más altos. Lo recomendable es cancelar el total lo antes posible.

Debe estar consciente de su capacidad de pago. Por ejemplo, si al momento de la compra usted está muy endeudado con sus tarjetas, no es aconsejable diferir los pagos.

Antes de decidir el plazo del pago diferido, es bueno analizar la vida útil de la compra a efectuarse. Es decir, ¿cuánto va a durar? Por ejemplo, no es buena idea comprar los víveres del mes y diferirlos a tres o seis meses. Los víveres se terminarán antes de que terminen de pagarse.

Es aconsejable mantener un registro de las comprar con pago diferido que se realizan. Fecha de la compra, monto total, plazo y monto de la cuota.

Tres puntos a evaluar antes de endeudarse

Si usted tiene control sobre sus tarjetas y no es comprador impulsivo, pierda cuidado entonces. Pero si compra por impulso, lo mejor es que mantenga sus tarjetas de crédito bien guardadas. Debe tener claro al menos tres puntos antes de endeudarse de nuevo.

1. Presupuesto mensual. Una buena estrategia es hacer un presupuesto del mes, escribir sus ingresos y gastos. En el apartado de “gastos” considere un rubro para “temas abiertos”, como entretenimiento, una salida con amigos, vestimenta, golosinas, artículos personales o electrónicos, como para su celular. Usted evalúe qué será lo que necesitará.

2. Compras. Haga una lista antes de que vaya al supermercado. Sucede con frecuencia que cuando una persona va a hacer las compras encuentra miles de opciones y descubre necesidades que nunca se imaginó que hubiese tenido, puede ser, por ejemplo, un limpiaesquina psicodélico que encontró en oferta y pensaba que necesitaba, pero al cabo de dos días se da cuenta que no era así y resultó ser una compra que no debió hacerla. Establezca prioridades.

3. Lista de deudas. Haga una lista de cuánto tiene que pagar a fin de mes. Estas no deben sumar más del 30% de sus ingresos. Una persona difiere casi todas sus compras porque piensa que las cuotitas son pequeñas, pero al sumar todas esas cuotitas se dará cuenta de que cayó en una cuota gigante que afectará en sus ingresos mensuales. A veces uno va haciendo de su deuda una bola de nieve, y más temprano que tarde terminará con un monto impagable. (I)

Fuentes:
- Dr. Gabriel Rovayo, presidente de Codefe partner de EFQM, Bruselas; y director general de la UEES Business School.
- Dr. Alberto Acosta-Burneo, editor de Análisis Semanal