El canciller de Ecuador, Guillaume Long, dijo este lunes que con la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, sus opositores lograron con un procedimiento falseado poner fin a 13 años de un gobierno democrático en Brasil.

En un comunicado, señaló que en Brasil "se irrespetó la voluntad de los 54 millones de votantes que eligieron a la presidenta legítima Dilma Rousseff".

Añadió que con esa destitución sus opositores consiguieron "lo que no fueron capaces de hacer por medio de las urnas: poner fin a 13 años de gobierno democrático y popular".

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Añadió que "en muchos casos los ejecutores de esta farsa política enfrentan además, para colmo del cinismo, graves acusaciones de corrupción".

Tales expresiones se producen después que esta semana el canciller brasileño José Serra había dicho que los gobiernos de Bolivia y Ecuador "tienen sus problemas internos, y una buena manera de distraerse de ellos es referirse a la experiencia de Brasil. Yo creo que particularmente Bolivia y Ecuador podrían aprender a hacer democracia con lo que ha pasado en Brasil".

Ambos países retiraron de Brasilia a sus representantes diplomáticos tras la destitución de Rousseff, quien fue acusada de realizar gastos no autorizados por el presupuesto general de su país. (I)