Dolor, rabia, indignación, nerviosismo... Quienes lograron sobrevivir al terremoto del pasado miércoles en el centro de Italia y que ya suma 278 víctimas mortales se muestran impotentes ante la realidad de haberlo perdido todo.

Mientras los organismos de rescate continúan escarbando entre los escombros en busca de personas con vida, la tierra no para de temblar.

Más de 1.000 réplicas han sacudido la zona desde el terremoto, causando más daño a las estructuras aún en pie. El movimiento telúrico original fue tan fuerte que el pueblo más cercano al epicentro, Accumoli, se hundió 20 centímetros, según el Instituto Geológico de Italia. Ayer, un sismo de magnitud 4,8 provocó pánico entre los damnificados y socorristas.

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Las fuertes réplicas dañaron dos accesos cruciales a Amatrice, una de las localidades más afectadas y complicaron las tareas de emergencia.

Pese a que los sismos no cesan, habitantes buscan evadir a agentes policiales e intentan ingresar a sus inmuebles cuarteados tratando de recuperar algunas de sus pertenencias.

“¿¡Que qué buscamos!? ¡Todo! ¡Ya no tenemos nada!”, le grita entre la rabia y la impotencia Roberto Serafini a un agente que le ha preguntado ¿qué está buscando?”, según publica elpais.com.

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“No se han dedicado a prevenir (...) y por eso la tragedia se ha repetido. Por eso ahora Amatrice se parece a Alepo. Porque detrás de todas las guerras está el dinero”, cuestiona indignado al criticar a las autoridades porque no han actuado para que tragedias como esta no se repitan. “La corrupción, la complicidad de la política… La gente no le importa a nadie. Somos carne de cañón. Solo nos queda el consuelo del grito de rabia…”, dice.

El terremoto acabó con algunos pueblos casi en su totalidad. “Este lugar ha sido arrasado, no queda nada, nada”, confiesa Stefania Nobile, quien residía en Saletta, un pequeño caserío perdido entre los bosques con solo 22 habitantes, de los cuales 20 perdieron la vida

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“Esto es una tragedia, no quedó nada, no creo que tenga un futuro”, dice desconsolada.

Hoy, día declarado de luto nacional, se celebrarán los funerales de cincuenta víctimas del sismo en Arquata del Tronto, una de las tres aldeas más afectadas. Otras siete fueron sepultadas ayer. (I)