La familia Ríos Columba quedó maravillada por el paisaje, los monumentos, espacios recreativos y comerciales del malecón Simón Bolívar. Desde el sábado recorren Guayaquil con protector solar y sombreros para protegerse del sol.

Ellos forman parte de un grupo de catorce personas, oriundas de Quito. Robinson Ríos; su esposa, Adriana Columba; dos hijas adolescentes, residentes en Miami (Estados Unidos), y otros diez parientes caminaron también por la calle empedrada del barrio Las Peñas, donde nació la ciudad.

Como ellos, decenas de familias provenientes de diferentes provincias de la Sierra paseaban ayer por ambos lugares turísticos, disfrutando así las vacaciones escolares. Algunos se quedan por días o están de paso en la ciudad por horas.

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“La ciudad ha cambiado muchísimo, regreso luego de 20 años y el cambio ha sido increíble. Me gustó el Malecón y los vitrales en las bases de los puentes. Está muy bonito”, expresó el quiteño Ríos, quien tenía previsto conocer el cerro Santa Ana, parque Seminario, el parque Samanes y las huecas tradicionales de la urbe que constan en una guía gastronómica para viajeros.

Juan Parrales caminaba tomado de la mano de sus dos hijos, de 12 y 6 años, quienes tenían las mejillas coloradas por el intenso sol del mediodía.

Llegaron a la Perla a las 05:00 y a las 08:00 ya estaban recorriendo el Malecón. “Está bonito, hay mucho espacio para caminar. A los niños le ha gustado mucho, están disfrutando sus vacaciones”, dijo el padre que llevaría a sus pequeños al parque Seminario a ver las iguanas. Solo se quedarían por horas y en la tarde preveían ir a Jipijapa, Manabí, para visitar a los padres de Parrales.

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La familia Morocho Carrillo, oriundos de Riobamba, se quedarán una semana en la Perla. “La ciudad es bonita, limpia, el clima está rico y la gastronomía muy buena, como la guatita, el encebollado y los mariscos”, expresó Marco Morocho.

Los seis integrantes de la familia Carvajal González, oriundos de Quito, se llevaron de recuerdo una imagen de ellos entre las letras de Guayaquil, que están en el Hemiciclo de la Rotonda. Después de veinte años regresan algunos de ellos y ven una ciudad diferente, bonita, coincidió la familia que llegó el domingo y planean quedarse hasta hoy.

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Familias numerosas llegan en furgonetas y buses alquilados para recorrer la urbe. (I)