El rey de España comenzó el martes una ronda de reuniones con los líderes de los partidos políticos para encargar a uno de ellos que intente formar gobierno y evite terceras elecciones. Sin embargo, ninguno de los candidatos parecía tener apoyo suficiente en el Parlamento para ello.

El rey Felipe VI, jefe del Estado, se reunió primero con Pedro Quevedo, del pequeño grupo Nueva Canarias. Las reuniones acabarán el jueves, cuando el monarca reciba a los líderes de los partidos más votados, terminando por el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy.

Las conversaciones se producen tras las elecciones del 26 de junio, las segundas en siete meses que ofrecen un resultado inconcluyente.

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Quevedo descartó usar el voto de su partido para apoyar a Rajoy. Quevedo cree que Rajoy no está buscando apoyo seriamente, sino maniobrando con miras a convocar unas terceras elecciones que le den más escaños en el Parlamento.

El conservador Partido Popular de Rajoy fue el partido más votado en los dos comicios, pero no alcanzó la mayoría parlamentaria necesaria para formar gobierno en solitario. Parece probable que el rey seleccione a Rajoy, pero el líder conservador carece de apoyos suficientes para ganar una moción de investidura en el Congreso de los Diputados.

Tradicionalmente, el monarca invita al ganador de las elecciones a formar gobierno, pero puede consultar con otros líderes si se determina que ellos pueden forjar una coalición más estable.

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Tras las elecciones de diciembre, Rajoy se abstuvo de intentar formar gobierno alegando que no contaba con suficiente apoyo. Su partido dice que hará lo mismo esta oportunidad si no consigue el respaldo necesario.

El opositor Partido Socialista quedó de segundo en las elecciones de junio con 85 escaños mientras que la alianza izquierdista, Unidos Podemos, quedó de tercera con 71.

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EL dirigente que haya sido ungido por el rey deberá ganar un voto de confianza en el Parlamento. Si el tema no se resuelve dos meses después de la primera votación, se convocará a nuevas elecciones.

La mayoría de los partidos coinciden en que España necesita un gobierno fuerte para mejorar la economía y encarar desafíos internos, como las ansias independentistas de Cataluña. (I)