En tres años de aplicación de la Ley Orgánica de Comunicación, la Superintendencia de Comunicación (Supercom) recaudó “$ 633.000” con el cobro de multas aplicadas a los medios de comunicación por el cometimiento de infracciones.

De los datos oficiales, detallados ayer en una rueda de prensa por el superintendente Carlos Ochoa, la matriz en Quito recogió $ 423.000; mientras que las intendencias zonales de Esmeraldas, $ 20.000; Riobamba, $53.000; Portoviejo,
$ 27.000; Cuenca, $ 21.000; Loja, $ 26.000; y Guayaquil, $ 60.000. En total, $ 630.000, no $ 633.000 como dijo él.

Tras dar la información, Ochoa dijo: “Espero que mañana no salga el titular: $ 633.000 ha cobrado la Superintendencia en los tres años de trabajo. Aspiro. Dicen que guerra avisada no mata gente, decía mi abuelita”. Y sonrió.

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Durante este periodo, se tramitaron 896 procesos; de ellos, 427 fueron denuncias presentadas por gobiernos locales y ciudadanos; y 469 son de oficio, impulsados por la Supercom.

En total, se reportaron 561 sanciones, que se dividen en 281 para radios; 169 para impresos; 111 para audiovisuales, “entendiendo que no todas son pecuniarias, que no llegan ni siquiera al 30%”, precisó Ochoa.

Así, la Supercom no es un “organismo represor”, al contrario, “busca educar”, dijo el funcionario, y lamentó que la ley se haya “convertido en parte de la campaña electoral”.

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Por su parte, el director de la organización no gubernamental Fundamedios, César Ricaurte, calificó a la ley como “una verdadera masacre contra los medios privados”.

Sus cifras dan cuenta de un total de 554 procesos en contra de la prensa, de los cuales 398 culminaron en sanción.

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Entre los medios más sancionados están el diario La Hora, con 17; Canal Uno, 16; diario Extra, 15; Radio Fútbol, 11; y Canal 9 de Cayambe, 7.

“No hay nada que celebrar, esta es una masacre contra la libertad de expresión”, añadió.

Ochoa anunció que esperará el “momento político adecuado” para presentar a la Asamblea un proyecto de reformas a la ley, para que, por ejemplo, el linchamiento mediático sea sancionado de manera más “drástica”. (I)