El secretario general de la OEA Luis Almagro exhortó el jueves a los gobiernos del continente a pronunciarse sobre los llamados presos políticos y a adoptar medidas para abordar lo que calificó de "crisis humanitaria inédita" en Venezuela.

"El Consejo Permanente debe mantenerse del lado correcto de la historia y defender a un pueblo que necesita voz. Debería apoyar la voluntad del pueblo venezolano en su solicitud de un referendo revocatorio" del mandato de Nicolás Maduro, dijo Almagro durante una sesión extraordinaria que había solicitado para denunciar lo que considera alteraciones graves del orden democrático en Venezuela.

"El objetivo hoy no es castigar ni sancionar a Venezuela. Estamos aquí para apoyarlo y ayudarlo a volver al camino", agregó.

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La canciller venezolana Delcy Rodríguez respondió que "se está dando un golpe de Estado en la OEA para favorecer el derrocamiento del gobierno legítimo del presidente Maduro".

Rodríguez fue enfática en señalar que "Venezuela no ha solicitado ni solicitará apoyo logístico ni metodológico a esta organización, cuya experticia es amplia en golpes de Estado e invasiones".

"No hay crisis humanitaria", dice canciller venezolana

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La ministra también rechazó categóricamente que su país atraviese una crisis humanitaria. "No hay crisis humanitaria. Lo afirmo con total responsabilidad", indicó.

Rodríguez había intentado infructuosamente impedir la intervención de Almagro alegando que violaría los reglamentos del organismo porque no contaba con la aprobación del país concernido.

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En una votación nominal solicitada por Venezuela, 20 países votaron a favor de permitir la intervención de Almagro -incluyendo a Argentina, Brasil, México y varios caribeños-, 12 en contra y dos se abstuvieron.

Una mayoría de la veintena de países que intervinieron coincidieron en expresar su apoyo para que la OEA acompañe la evolución de la situación en Venezuela, pero hubo escasas propuestas concretas.

Brasil, Chile y Uruguay apuntaron que el voto a favor de escuchar el informe no representaba prejuzgamiento sobre el tema de fondo: si el orden democrático venezolano ha sido quebrantado.

El embajador mexicano Luis de Alba justificó su voto a favor de la presentación del informe "al considerar que existe una alteración del orden constitucional que afecta el orden democrático en Venezuela".

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En tanto, Nicaragua y Ecuador solicitaron la renuncia de Almagro tras acusarlo de incumplir sus funciones por aliarse con la oposición venezolana. Almagro no hizo mención alguna a esa solicitud.

Presidente de Asamblea venezolana acudió a la OEA

El presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Henry Ramos Allup, dijo a periodistas antes de la sesión que acudía a la OEA para denunciar que el gobierno de Maduro ha quebrantado el orden constitucional al mantener presos políticos, impedir la separación de poderes y la libertad de expresión.

Ramos Allup tenía previsto hablar durante la sesión extraordinaria pero el embajador argentino Juan José Arcuri -quien ejerce la presidencia trimestral del Consejo Permanente- nunca le gestionó el derecho a la palabra pese a que así lo contemplaba el informe de Almagro.

Sergio Jellinek, portavoz de Almagro, dijo a The Associated Press que la ausencia de Ramos Allup pudo deberse a una decisión de "no generar un debate lateral y concentrarse más bien en el informe".

La canciller venezolana expresó su rechazo a una posible intervención del parlamentario opositor alegando que la política exterior recae exclusivamente sobre el Poder Ejecutivo y no el Legislativo.

De no prosperar iniciativas diplomáticas inscritas en una potencial activación de la Carta Democrática, el Consejo Permanente tendría la autoridad de convocar a un periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General, la cual podría suspender a ese país de la OEA con el voto afirmativo de los dos tercios de los 34 estados miembros.

Las tensiones políticas aumentan en la nación sudamericana mientras los venezolanos siguen agobiados por una galopante inflación, que se estima podría llegar este año a 720%, graves problemas de escasez de alimentos, medicinas y productos básicos y una recesión económica que tiende a complicarse por la caída del precio del petróleo, que representa 96% de los ingresos que recibe el país por exportaciones. (I)