Un rosario formado con globos amarillos, azules y rojos se elevó con el viento desde la avenida Samborondón, frente a la iglesia Santa Teresita de Entre Ríos. A través de una decena de parlantes ubicados en los vehículos, el párroco Alfonso Avilés explicó que aquello simbolizaba un regalo para los damnificados del terremoto del 16 de abril.

Y eso cautivó a los asistentes, unas 3 mil personas situadas en dos carriles (sentido Guayaquil-Samborondón), que respondieron con aplausos. Con gritos seguidos: “¡Viva Jesús sacramentado!”.

Pasadas las 18:00 del domingo, los feligreses de dicha iglesia se alistaban para la procesión del Corpus Christi, festividad católica en la que se recuerda la presencia de Jesucristo en la eucaristía.

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La custodia con la hostia consagrada estaba en una urna iluminada, reposaba en una plataforma móvil.

En el entorno, decenas de fieles veneraron de rodillas ese símbolo del cuerpo de Cristo, previo a la caminata de dos kilómetros que llegó hasta la urbanización Biblos y luego retornó a la parroquia.

“¡Fortalece a tu pueblo Señor!”, fue el clamor del grupo Nidos de Oración, integrado por niños de 3 a 7 años. Ellos veneraron la custodia y luego se montaron en una carroza blanca llevada por un burro.

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En la romería los caminantes portaron antorchas y velas que iluminaron la vía. Eran alumnos de algunos colegios de La Puntilla.

También, grupos católicos como el Semillero de la Casa de la Vida, los Caballeros de la Virgen, entre otros.

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Mientras caminaba, Kléber Arévalo no dejaba de fotografiar con su celular la custodia. “Este es el tercer año que vengo, ahora acompañando a mi hijo que va a hacer la primera comunión”, comentó él.

Raquel Collahuazo y su hija Rocío García llegaron a la procesión desde Tarifa.

Más temprano, a las 17:00, la parroquia Santa Rosa de Lima, en la isla Trinitaria, también organizó una romería que partió de la capilla San Camilo, en la cooperativa Polo Sur, y recorrió sectores como Isla del Valle, 22 de Abril, Andrés Quiñónez, entre otras.

El párroco José Hinostroza destacó la colaboración de la comunidad que donó flores, cortinas y otros adornos.

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En la procesión, que contó con unos 400 devotos, se estrenó la custodia traída de México. Luis Santos prestó su camión para llevar allí el símbolo de Jesús sacramentado, el vehículo estuvo decorado con flores blancas y rojas y cortinas de color dorado.

Laura Solís y Gladys Maridueña portaron carteles alusivos a la misericordia. (I)