Luego del sismo de 7,8 grados de magnitud que sacudió a la costa ecuatoriana la noche del 16 de abril pasado, el Instituto Geofísico ha registrado un total de 1.571 réplicas. Dos de ellas, las más fuertes se sucedieron el último miércoles: de 6,8 a la madrugada (02:57) y de 6,9 casi al mediodía (11:46).

Aunque en un primer momento se dijo que el sismo del mediodía fue de 6,8 de magnitud, tras revisiones manuales, la directora de Sismología del Instituto Geofísico de la Politécnica, Alexandra Alvarado, confirmó este jueves que el movimiento localizado en Mompiche (Esmeraldas) fue de mayor magnitud y alcanzó los 6,9.

La localización no varió casi nada; lo que siempre varía es la magnitud porque se necesita otro trabajo de cálculo para estimarla cuandos ya se tiene toda la información, dijo Alvarado en una entrevista con Radio City (89.3 FM de Guayaquil). La profundidad se ha mantenido en alrededor de 15 km, como se informó al principio.

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Consultada sobre la probabilidad de que sigan los eventos telúricos, dijo que no hay que descartarlos, ya que es normal que haya réplicas luego de un sismo grande, que pueden durar meses. Recordó que después de sismo de 1942, en Jama, se registraron réplicas hasta unos meses más tarde.

Aunque es difícil decir cuándo pudieran ocurrir, existe la probabilidad de que ocurra un sismo en otras zonas diferentes a la zona donde se rompió, porque estos sismos ocurrieron en la misma zona de ruptura del 16 de abril, estos eventos son réplicas debido a que se ubican en el área de ruptura principal.

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En el monitoreo, los técnicos del Geofísico saben dónde se está acumulando y la probabilidad de ocurrencia en un futuro mediano que podrían romperse próximamente, pero es dificil decir cuándo pudieran ocurrir.

Las investigaciones ahora se realizan en la zona norte de donde fue la ruptura, el área que va hacia Esmeraldas en el borde costero, que es una zona que se rompió en 1958; posteriormente en 1979, se rompió otra franja más al norte en el límite con Colombia. "Obviamente no hablamos de fallas que hay al interior del continente, pero solo concentrándonos en zona de subducción, que sabemos que esa zona ha sufrido eventos sísmicos en el pasado", expresó la doctora Alvarado.

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Aumento de redes de monitoreo

La funcionaria del Geofísico dijo que se utilizan varias técnicas de monitoreo, se usan datos y estaciones sismológicas para ver con una mayor densidad lo que ocurre, pero también se usa GPS (geolocalización) de alta precisión, allí notan cómo se va desplomando la zona, que les permite que después del sismo determinar dónde hay concentración de deformación.

Alvarado dice que existen al menos 73 estaciones sismológicas nuevas; de esas, 68 vinieron de diferentes países que se unieron a las 5 con que contaba el Geofísico; aparte de unos 10 instumentos de GPS adicionales a los que había.

La técnica del Geofísico dijo que en el monitoreo trabajan en conjunto con varios organismos como de Colombia, Chile, Estados Unidos, con colaboraciones de redes para mejorar datos de localizaciones y de magnitud. (I)