El Superintendente de la Información y Comunicación, Carlos Ochoa, escribió sus reflexiones sobre el periodismo y los medios -a los que les corresponde controlar y sancionar- en el Día de la Libertad de Prensa. Acá, el texto que publicó en el blog de comunicación de la Superintendencia:

Día de la Libertad de Prensa

Carlos Ochoa Hernández

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Una verdad incómoda:

Desde hace muchos años se nos ha vendido la idea de que los medios, en especial la prensa escrita, "representa" a la opinión pública, que sus criterios inapelables, concluyentes, conminatorios reflejan el pensar de las mayorías, lo cierto es que con el paso de los tiempos nada está más lejos de la verdad y es que, si en algún momento lo fueron "cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante", lo dijo Kapuscinski.

Hoy, la gran mayoría de medios en el mundo obedecen, y lo que es peor, conducen el criterio de las mayorías hacia un actuar-pensar, donde se privilegian políticas económicas excluyentes en beneficio de los grupos de poder de los cuales, en unos casos, ellos forman parte o, en otros, reciben su publicidad, publicidad que no solo les permite subsistir y ganar dinero, como negocios que son, sino que ante todo condiciona su línea editorial.

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Dejando de lado por un momento el tema económico y su control de los medios, está demostrado que la "verdad" que nos entregan, la famosa objetividad no es tal, por múltiples razones, empezando porque desde quien la escribe lo hace desde su "particular " punto de vista, punto de vista que ya viene marcado por su idiosincrasia, por su entorno, en suma, por su propia realidad, por lo que hoy muchos profesionales reivindican el derecho a la subjetividad como señala Patrick Charadeu en su libro ‘El discurso de la Información’, "los medios no tienen por qué tomarse como la democracia misma, ni por el espacio público, como sugieren algunos discursos del mundo profesional".

Los nuevos tiempos y las nuevas tecnologías cada vez nos enfrentan con otras realidades, una de ellas la evidente baja en los tirajes de los impresos así como el descenso en la sintonía de los medios audiovisuales, en especial porque los nuevos "públicos", los jóvenes, ya no les interesa que les "den diciendo" las cosas y prefieren averiguarlo cuando algo les interesa por otras fuentes, con todo lo peligroso que esto puede ser ante la gran cantidad de información de las redes, mucha de ella sin ningún sustento.

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Lo que creo que nunca va a cambiar en el rol del periodismo y que en suma divide a los buenos de los malos profesionales es su calidad humana, como dijo Kapuscinski “creo que para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser un buen hombre o una buena mujer: buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias. Y convertirse, inmediatamente, desde el primer momento, en parte de su destino. Es una cualidad que en psicología se denomina «empatía». Mediante la empatía, se puede comprender el carácter del propio interlocutor y compartir de forma natural y sincera el destino y los problemas de los demás”.

Que esta jornada de reivindicación de la libertad sea pensada en defensa de un derecho colectivo, sin propietarios exclusivos ni ciudadanos excluidos, sino de todos los ecuatorianos que hoy más que nunca hemos demostrado que unidos podemos más.