Donald Trump ganó las cinco elecciones primarias republicanas de ayer, en una exhibición imponente por el noreste que lo mantiene como el favorito hacia la candidatura presidencial republicana, aunque con poco margen de error.

Su desempeño asestó un revés a sus contrincantes, a los que se les acaban las alternativas para frenar al magnate.

“Esta ha sido, para mí, la más grande de las noches”, manifestó Trump.

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“Me considero ya presunto nominado, absolutamente. El senador (Ted) Cruz y el gobernador (John) Kasich deberían abandonar sus campañas. No tienen más un camino a la victoria. Debemos ahora sanar al partido Republicano”, señaló el millonario.

Por el lado demócrata, Hillary Clinton ganó con autoridad las elecciones primarias en Delaware, Maryland, Pennsylvania y Connecticut. Su rival, Bernie Sanders, triunfó en Rhode Island.

Debido a sus tres victorias, Hillary Clinton acumula ahora el 90% del total de los delegados que necesita para convertirse en la primera mujer candidata presidencial de un partido importante.

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Clinton ha incrementado la ventaja en delegados que saca a Sanders, quien se comprometió a mantenerse en la contienda hasta la conclusión del proceso interno en julio. (I)