En Canoa y otras localidades de San Vicente hay desabastecimiento de insumos médicos, pañales y antibióticos.

La alta demanda de estos medicamentos y el colapso de farmacias genera esta crisis, que las autoridades de salud y delegados para asistir a pacientes de la tragedia buscan que se solucione, aún más cuando se prevén carencias.

Gladys Farías, directora del centro de salud de la parroquia Canoa, indica que se entrega medicina racionada a pacientes con diabetes y relacionadas a la hipertensión. “No contamos con insulina, con crema para dolores porque aquí lo que más hay son lesiones”, refiere.

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Ney Garcés, uno de los médicos de la Cruz Roja que atiende en Manabí, dice que ya escasean antibióticos para niños como amoxicilina y otros como acitromicina, dicloxacilina o antidiarreicos.

David Macías, jefe del distrito de Salud de Sucre y San Vicente, confirma que se requieren sueros orales, hidratantes y agua porque no se cuenta con agua potable en ambas poblaciones. “Debemos prepararnos para un escenario de enfermedades epidémicas que se pueden presentar si no hay un buen control del agua”, dice.

En la parroquia Canoa no hay servicio de agua, luz y las letrinas colapsaron.

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Antonio Cajamarca, catedrádico de la Universidad Católica de Cuenca, cuenta que han observado que, en algunos reasentamientos en la periferia de Canoa, los damnificados a falta de letrinas realizaban sus necesidades fisiológicas a pocos metros de donde se habían establecido tras el terremoto. “Los reubicamos... Necesitan letrinas, mosquiteros y repelentes”.

En el cantón San Vicente funcionan cinco farmacias y ahí ya se observan carencias, ya que a más de los pobladores de su cantón también deben atender a los de Bahía de Caráquez.

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Ya comienzan a escasear pañales, antidepresivos, leche y hasta paracetamol, según Isabel Hidrovo, dependiente de una cadena farmacéutica.

Alta demanda de atención médica también hay en Pedernales. Aquí, cerca de 45 minutos le tomó a Elene Andrade para que un médico le diera pastillas de omeprazol y umbral para los fuertes dolores de cabeza que le dejó el sismo.

La mujer de 58 años afirma que acudió al servicio de salud en el estadio principal de Pedernales, luego de que el pasado martes no alcanzara a llegar al lugar donde estaba la brigada de salud móvil y tampoco pudo comprar medicamentos.

Jaime Reyes, quien llegó desde el barrio Brisas del Pacífico, buscaba medicación para continuar el tratamiento para la fiebre chikungunya de su esposa.

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Susana Canga, funcionaria del MSP que coordina la atención médica y entrega de medicamentos en Pedernales y Jama, explicó que hasta el momento traumatismos leves y moderados, afecciones pediátricas e infecciones respiratorias de adultos y niños son los cuadros médicos que más han tratado en la zona.

Canga señaló que existe una completa dotación de medicamentos y que cinco de las siete unidades de salud de la zona están operativas al 100%.

En tanto, en la pista del antiguo aeropuerto de Portoviejo hay enfermos con diabetes que reciben sus dosis de insulina por el contingente de Cruz Roja, Ministerio y de la Alcaldía de Machala. A esas se suman 34 de las 39 unidades de Portoviejo que se complementan con 23 brigadas de voluntarios.

En las calles, además de agua se pide que se reparta cloro para evitar problemas gastrointestinales. (I)

Farmacéuticas coordinan el envío con los hospitales
El Gobierno ya coordina directamente con la industria farmacéutica la necesidad de medicinas para atender a los afectados por el terremoto. El Ministerio de Salud solicitó no entregar medicamentos de forma particular, dado que su manejo y almacenamiento requiere de una logística específica.

Los distribuidores están en contacto con los hospitales para conocer las necesidades y enviar. Es el caso de Difare, dueña de las cadenas Cruz Azul y Pharmacys, que manda sus camiones con la medicina que se solicita desde el hospital Verdi Cevallos de Portoviejo.

Su departamento de comunicación informó que desde el domingo han mandado medicinas, pañales y leche. El lunes mandaron 11.000 pañales.

El grupo Fybeca, con sus cadenas Fybeca y Sana Sana, envió kits de emergencia sanitaria para 8.000 personas, en coordinación con Cruz Roja, un cargamento de paracetamol e ibuprofeno e insumos médicos.

Verónica Espinosa, viceministra de Salud, aseguró que hasta ahora no ha hecho falta medicina ni insumos y que se ha generado una listado de los que pueden ser requeridos (180) según la normativa internacional. Tienen centros de acopio en Quito y Manta. (I)