Cuando ya han pasado 96 horas de uno de los sismos más mortíferos de los últimos años en América Latina, bomberos y rescatistas aceleraban este miércoles la búsqueda de sobrevivientes entre fuertes réplicas del potente sismo de 7,8 grados que ha dejado al menos 570 muertos y casi 5.000 heridos en la costa ecuatoriana.