Cerca de $ 200 por cada res y $ 40 por cerdo es lo que estarían perdiendo los ganaderos debido al presunto contrabando que ingresaría por las fronteras norte y sur, según la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos.

Paúl Olsen Pons, presidente vitalicio del gremio, señaló ayer tras una asamblea de socios que la entrada ilegal de estos animales les representa una caída del 30% en los precios, por la libra de carne en pie y en finca.

“No podemos vender nuestro ganado y aparte estamos teniendo un problema sanitario porque no hay control”, dijo.

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Según el dirigente, unas 300 reses habrían muerto a causa de una enfermedad que aún no ha sido identificada.

Al respecto, Miguel Bustillos, presidente de la Asociación de Ganaderos de Daule, descartó que esta enfermedad afecte al consumidor e indicó que esta pudo ser traída por las reses que han llegado por el supuesto contrabando.

Sobre cómo ingresan, Olsen se refirió a supuestos actos de corrupción por parte de empleados de organismos estatales de control encargados de emitir guías de movilización para las reses: “Cada guía se la vende en $ 30 en la frontera cuando debe ser gratuita...”.

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Olsen señaló que pedirán una reunión con el presidente de la República, Rafael Correa, para exponer sus quejas. (I)