Entre apelaciones, alumnos resignados a la sanción y estudiantes que retomaron sus estudios es como continuó ayer el caso que se desprendió de la protesta estudiantil que se vivió, en febrero pasado, en el colegio Juan Pío Montúfar, por la reubicación de quince profesores de este establecimiento a otros planteles educativos.

Gonzalo Criollo, quien se presenta aún como presidente del Consejo Estudiantil del colegio Montúfar, fue uno de los alumnos sancionados con la medida de reubicación que acudieron a la sede Distrital de Educación Eloy Alfaro para presentar su apelación. Según él, las sanciones que ha recibido “son injustas”, pues, aseguró, “no hay ninguna prueba” que lo identifique como culpable.

Criollo aseguró que se graduará en el Montúfar y por ello no asistirá al colegio Amazonas, institución a la que fue reubicado, luego de que autoridades educativas definieron que incurrió en una falta muy grave.

Publicidad

El abogado de Criollo, Ricardo Hernández, aclaró que la apelación llega porque se irrespetó “el derecho a la presunción de inocencia” de su defendido. Explicó que si en esta última instancia administrativa dentro del sistema educativo se ratifica la sanción, ellos analizarán la posibilidad de interponer una acción de protección.

Al mediodía de ayer, varios alumnos reubicados en el colegio 5 de Junio, en el sur de Quito, acudieron para legalizar su documentación. En tanto, los doce alumnos que recibieron sanciones de suspensión de entre 15 y 30 días ya se encuentran en clases normales. (I)