Es europeo, pero prefiere no hacer juicios de valor sobre la política en ese continente porque a veces el Gobierno de Ecuador se “resiente cuando se entrometen, de forma un poco torpe, en la política doméstica”, dijo Guillaume Long a Radio Francia Internacional en julio de 2015, al ser consultado sobre la crisis en Grecia.

Nació en Francia, de donde es su madre, pero se nacionalizó británico, por su padre.

Luego se naturalizó ecuatoriano porque “como decía (el libertador Simón) Bolívar: ‘La patria es donde se lucha’”, refirió a la emisora.

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Esta semana y luego de haber sido designado canciller, dio otra explicación en su cuenta en Twitter, aludiendo a una cantante mexicana que nació en Costa Rica.

“Por cierto, y parafraseando a Chavela Vargas: Yo soy ecuatoriano, pero nací en París, porque los ecuatorianos nacemos donde nos da la gana”.

Por cierto, y parafraseando a Chavela Vargas: Yo soy ecuatoriano pero nací en París porque los ecuatorianos nacemos dónde nos da la gana!

El sexto canciller del gobierno de Rafael Correa es historiador y doctor en Relaciones Internacionales graduado en Londres, Reino Unido.

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Su hoja de vida no registra experiencia en diplomacia, y el propio Long admitió a la radio que antes de “la revolución” se dedicaba a la academia.

Sin embargo, es el coordinador de la Comisión de Relaciones Internacionales de Alianza PAIS (AP), que forja lazos políticos en el extranjero.

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Long no es uno de los fundadores de AP, pero su afinidad con Correa empezó en el 2007, mientras trabajaba en la Flacso en Quito.

Por su amistad con René Ramírez, que a inicios del régimen fue secretario de Planificación, fue allí su asesor.

Ganó notoriedad pública cuando en 2012 cerró catorce universidades del país, qué él llamó “de garaje”, mientras presidía el Consejo de Evaluación y Aseguramiento de la Educación Superior.

Ese fue su primer cargo jerárquico en este régimen.

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Luego fue ministro de Conocimiento y Talento Humano, en 2013; de Cultura y Patrimonio, en 2015; y desde el pasado jueves, canciller.

“Es una persona progresista, con buena formación y principios sólidos de América Latina. Tiene un doctorado y una perspectiva amplia en lo geopolítico”, describió el extitular de Senplades, Pabel Muñoz.

Y destacó que si es parte del gabinete, es porque goza de la ‘confianza’ de Correa.

Long comulga con el mandatario en algunas ideas, por ejemplo, que “el ser humano está sobre el capital”.

Reacciones de internacionalistas

Algunos expertos en política internacional cuestionaron que un foráneo de nacimiento dirija la Cancillería.

“En este tipo de cargos deberían estar ecuatorianos que sepan de la realidad nacional”, opinó el exembajador en Londres, Mauricio Gándara.

El excanciller Antonio Parra Gil explicó que la autoridad debería recaer en un nacido aquí para que “se sienta parte del Ecuador”.

“Él debe defender los intereses nacionales”, señaló.

El catedrático Carlos Estarellas advirtió que “no escoger bien” al titular de Cancillería podría traer ‘retrocesos’. (I)

Lucharé por una América Latina menos asimétrica. Me comprometo a seguir defendiendo la soberanía, integración y democracia global. Como ecuatoriano es un honor servir”.Guillaume Long, Canciller