Grupos defensores de los derechos de las mujeres y miembros de la Iglesia católica de América Latina se sorprendieron -y algunos otros criticaron- las insinuaciones del papa Francisco sobre que las mujeres podrían recurrir a métodos anticonceptivos antes que abortar, debido a la amenaza de la epidemia de zika, que en algunos países ha sido vinculada a bebés que nacen con microcefalia.