Arabia Saudita ejecutó ayer a 47 personas condenadas por supuesto terrorismo, entre ellas, a yihadistas sunitas de Al Qaeda y al líder religioso chiita Nimr Baqer al-Nimr, una figura de la oposición al régimen.

El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, una potencia chiita cuyas relaciones con Arabia Saudita son tensas, prometió que esta última nación pagará “un precio elevado” por la muerte del Al Nimr.

El portavoz del Ministerio del Interior saudita, Mansur Al Turki, calificó de irresponsables las declaraciones de Irán y dijo que su país “no se preocupa por lo que piensan los demás”.

Publicidad

Mohammed al-Nimr, hermano del líder chiita, advirtió que la ejecución “provocará la ira de los jóvenes” de esta comunidad minoritaria en Arabia Saudita, un país dirigido por la dinastía sunita de los Al Saud.

La embajada de Arabia Saudita en Teherán (Irán) fue atacada anoche por manifestantes encolerizados tras la ejecución del líder religioso, informó la agencia Isna. En Mashhad, segunda ciudad del país situada en el noreste, manifestantes también atacaron e incendiaron el consulado saudita, según imágenes publicadas en páginas web.

Los condenados (45 saudíes, un egipcio y un chadiano) fueron ejecutados en 12 ciudades, donde cuatro prisiones recurrieron a pelotones de fusilamiento, mientras que el resto optó por decapitaciones, dijo el Ministerio del Interior.

Publicidad

Musulmanes chiíes marcharon en Qatif, este de Arabia, para protestar por la ejecución del clérigo Nimr al-Nimra, dijo un testigo. Los manifestantes gritaban “abajo Al Saud”.

En diciembre, Al Qaeda, en la Península Arábiga, amenazó con emprender represalias contra el reino por cualquier ejecución de sus miembros.

Publicidad

En Irak, importantes figuras políticas y religiosas llamaron a cortar relaciones con Arabia Saudita y cuestionaron los esfuerzos de Riad para recomponer vínculos que podrían ayudar a fortalecer una alianza regional contra militantes del Estado Islámico (EI).

El grupo islamista instó a sus partidarios a perpetrar ataques contra soldados y policías saudíes en represalia.

La familia Al Saud, gobernante de Arabia Saudita, ha visto con preocupación cómo los últimos años de agitación en Oriente Medio, especialmente en Siria e Irak, han empoderado a grupos yihadistas suníes que buscan derrocarla.

Según la ONG de defensa de los derechos humanos, Arabia Saudita es uno de los países que más aplican la pena de muerte en el mundo, junto a China, Irán y Estados Unidos. En 2015 ajustició a 153 personas. (I)

Publicidad

Detalles
Sistema Saudí

Sentencia para religioso
Nimr Baqer fue condenado a muerte en octubre de 2014 por “sedición, desobediencia al soberano y tenencia de armas”.

Por terrorismo
En 2011, en Arabia Saudita se establecieron tribunales especiales para juzgar a sauditas y extranjeros de Al Qaeda.