Actualizado a las 18:15 del martes 8 de diciembre

La oposición venezolana logró el martes una mayoría calificada de 112 legisladores, que sería decisiva paras ejercer dominio en la nueva Asamblea Nacional venezolana.

Dos terceras partes de la Asamblea, 112 votos, es el mínimo requerido por la ley para promover leyes fundamentales y evitar que se realicen modificaciones sustanciales a éstas, aprobar votos de censura contra ministros y el vicepresidente y remover a las autoridades electorales.

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Entre esos 112 escaños, 13 más de los anunciados inicialmente, se incluyen los tres escaños reservados para las etnias indígenas. Romel Guzamana, Gladys Guaipo y Virgilio Ferrer, victoriosos en las tres regiones en las que se designaba un legislador en representación de los indígenas, contaron con el apoyo de los adversarios del gobierno, por lo que se espera que sumen sus votos a la alianza opositora.

La información fue confirmada por el boletín  del Consejo Nacional Electoral, divulgado este martes.

El oficialista Partido Socialista Unido (PSUV), fundado por el fallecido Hugo Chávez (1999-2013), alcanza 55 diputados. 

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El CNE informó que los tres bancas de los circuitos indígenas fueron adjudicados a organizaciones vinculadas a la oposición.

La MUD le arrebató al socialismo gobernante el control del parlamento por primera vez en 16 años, favorecida por el descontento de muchos venezolanos ante una grave crisis económica expresada en una alta inflación, recesión y escasez.

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"El cambio en el país obtuvo la mayoría calificada, las dos terceras partes de la Asamblea Nacional", dijo Henrique Capriles, dos veces candidato presidencial opositor y gobernador del central estado Miranda.

El secretario general de la MUD, Jesús Torrealba, adelantó en otro acto: "Estamos peleando cuatro más, son 112 seguros".

De confirmarse que cuenta con dos tercios del parlamento a su favor, las posibilidades de la oposición se ampliarían. La coalición estaría en condiciones de emitir votos de censura contra el vicepresidente o los ministros, que eventualmente podrían conducir a su destitución.

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También podría aprobar leyes orgánicas, pasar reformas constitucionales y reemplazar a miembros del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el CNE y los otros poderes públicos, pero con la aprobación de la justicia, aún en manos del chavismo.

Además, el amplio triunfo le permitirá a la MUD iniciar investigaciones a funcionarios públicos, aprobar el presupuesto nacional, autorizar viajes del Presidente cuando sean mayores a cinco días y aprobar una publicitada Ley de Amnistía que busca liberar a quienes considera "presos políticos".

Luego de que la Ley de Amnistía tenga luz verde, la bancada opositora buscará reformar la ley del Banco Central (BCV), un ente que, aseguran, ha perdido independencia en los más de tres lustros de chavismo y cuya situación se ha agravado con la aguda crisis económica que atraviesa el país miembro de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo).

"La reforma de la ley del Banco Central es urgente porque se transformó en una máquina de imprimir dinero inorgánico, eso es muy grave", dijo Torrealba.

Prerrogativas aparte, el triunfo de la MUD supone un punto de quiebre que abriría un nuevo balance de fuerzas en Venezuela y daría vigor a una oposición que, por primera vez desde que el fallecido Hugo Chávez asumió en 1999, actuaría de contrapeso.

Incluso, hay quienes creen que una envalentonada oposición podría pujar por un referéndum revocatorio al mandato de Nicolás Maduro, permitido constitucionalmente a partir de abril de 2016, a mitad de su período de seis años.

"Si esta agenda de construcción de soluciones es entorpecida por el Gobierno, entonces activaríamos los mecanismos que la Constitución establece", explicó Torrealba.

"Tenemos que sobreponernos siempre a las dificultades, aprender de ellas, de los obstáculos", dijo Maduro el lunes tras pedir unidad a sus filas.

El mandatario adelantó que en la semana se llevarán a cabo una serie de reuniones y congresos extraordinarios para evaluar la derrota en distintos niveles del Gobierno y del PSUV y sus aliados. (I)