Los llamados a reconocer a la industria como un pilar necesario para el desarrollo y las muestras de inconformidad por medidas del Gobierno marcaron los discursos en el 79º aniversario de la Cámara de Industrias de Guayaquil.

En su intervención, la noche del pasado lunes, el presidente de la entidad, Francisco Alarcón, reiteró que alrededor de la mitad de la población no tiene un empleo adecuado (es decir, la mayor parte son subempleados o desempleados) y esto está vinculado con las políticas que no permiten el desarrollo del sector empresarial privado.

Entre los obstáculos nombró las reformas tributarias que se dan aproximadamente cada nueve meses, calculó.

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Además habló del efecto negativo de algunos tributos como el impuesto mínimo, implementado por el supuesto de evasión tributaria generalizada; el impuesto a la salida de divisas, salvaguardias y el impuesto por las ganancias de capital por venta ocasional de acciones, es decir, cobrado por la venta de empresas.

Sobre este último refirió que los países vecinos tienen tasas entre el 5 % y 10 %, mientras que Ecuador “decidió ponerlo en la práctica en el 35 %”. Para Alarcón, esto genera que las empresas pierdan valor.

El representante del sector también remarcó el daño que genera el ambiente de confrontación entre los sectores público y privado. Dijo que constantemente se descalifica “al que piensa distinto” y se intenta descalificar a los empresarios al llamarlos “actores políticos”.

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Sin embargo, Alarcón defendió el derecho que tienen a exponer su criterio, pues el contexto del país delimita la capacidad de las empresas de hacer negocios y, a su juicio, “los cambios de reglas del juego”, además del “discurso hostil de lucha de clases”, afectan la creación del empleo formal.

Agregó que el sector empresarial, representado por la Cámara, genera más de 80.000 empleos directos, paga impuestos por más de $ 1.100 millones (25 % del total recaudado en 2014) y tiene ventas sobre los $ 14.200 millones, equivalentes al 12 % de las ventas en el país.

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Werner Moeller Freile, empresario que fue condecorado como Mejor Industrial de 2015, también exaltó la capacidad de los empresarios como promotores del desarrollo.

Moeller hizo hincapié en la necesidad de emprender y destacó que la mayor cualidad de quienes despuntan en sus proyectos es la disciplina.

En el marco de los pedidos de mayor tolerancia y libertad en el país, en el acto de aniversario se premió a los diarios EL UNIVERSO y Expreso y a la revista Vistazo con la presea El Patriota de Guayaquil.

La celebración incluyó un homenaje a monseñor Antonio Arregui, destacando la importancia de su trabajo en el banco de alimentos Diakonía. (I)

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