“Hace dos años hice un préstamo de $ 20.000 que aún sigo pagando, pero ahora no sé cómo voy a hacer para cubrir las cuotas, porque todo lo que tenía sembrado se perdió y la leche de diez vacas que producían alrededor de 50 litros al día cada una bajó a 15, porque el pasto también está cubierto por la ceniza del volcán (Tungurahua)”, dijo Manuel Arévalo, de la comunidad El Santuario, en la parte alta de Quero.

Este es uno de los cantones de Tungurahua más afectados por la caída de ceniza volcánica desde el pasado 14 de noviembre, cuando la dirección del viento cambió y las emisiones se dirigieron hacia esa zona.

Arévalo compra a diario $ 3 de yerba para alimentar a cada res, para ver si mejora en algo su estado y poder vender algunas con el fin de cubrir las cuotas del préstamo y los gastos que representará empezar con nuevas siembras.

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El alcalde de Quero, José Morales, dijo que aún no se cuantifican las pérdidas económicas, pero que el 100% del cantón está afectado. Apuntó que de los 173 km² de superficie, 150 km² están dedicados a la producción de papas, habas, mellocos, maíz, zanahoria, pasto y cebolla blanca (este cultivo ha ‘aguantado’ en algunos sectores, el resto se ha dañado casi en su totalidad).

Según Morales, las pérdidas son millonarias, porque solo para cultivar una hectárea de papas se invierte de $ 5.000 a $ 8.000. Por esa razón pidió a la gobernadora de Tungurahua (Lira Villalva) que gestione ante el Banco de Fomento para que los agricultores puedan hacer una renegociación de los préstamos. También se solicitará lo mismo con entidades financieras privadas.

En tanto, Hugo Villegas, vicealcalde del cantón Cevallos, de la misma provincia, aseguró que según la evaluación de los técnicos del Municipio, se calcula que por la caída de ceniza hay pérdidas de aproximadamente $ 1,2 millones, principalmente en frutas y pasto.

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Uno de los afectados en esta localidad es Guido Panimboza, quien teme que la ceniza queme la flor y el fruto que comienza a salir, por esa razón estimó que de las tres cajas de fruta que cosechó por cada planta en este año baje a la mitad para el siguiente, pero que la preocupación es peor porque sabe que para volver a producir estos frutales tienen que esperar un año. Aspira a que no caiga más ceniza porque acabaría con lo que queda de sus 250 plantas.

Elina Miranda, del caserío Santo Domingo de Cevallos, comentó que tiene 500 cuyes, que son parte del sustento del hogar, pero que al no tener qué comer teme que adelgacen o se enfermen.

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Los productores de fresa también sufren lo mismo debido a que no pueden retirar el polvo volcánico “porque se pega en la hoja y en el fruto, eso es un pretexto para que los comerciantes se aprovechen y bajen el precio de $ 20 a $ 16 el balde”, subrayó Nancy Aldaz, del caserío San Juan, en Tisaleo. (I)

Leche
Otro sector

Números bajos
La Asociación de Productores y Comercializadores de Leche de Tungurahua dijo que la producción pasó de 8.000 a 5.000 litros. Además, que ahora tienen que invertir más en insumos para evitar que se enfermen los animales.